El Club Santa Fe se encuentra atravesando una crisis defensiva que ha desatado una gran preocupación entre sus aficionados. En los tres encuentros disputados bajo la dirección de Jorge Bava, el equipo ha sufrido la infortunada cifra de cinco goles en contra, lo que pone de manifiesto una evidente falta de solidez en la parte trasera. La defensa actual exhibe inseguridad y una notable carencia de liderazgo, aspectos que son cruciales para un equipo que busca competir en alto nivel. En este contexto particular, la ausencia del defensor Marcelo Ortiz se vuelve especialmente notoria, dado su impacto positivo en el juego del equipo.
Marcelo Ortiz, un defensor argentino de 31 años, tuvo un desempeño destacado durante su tiempo en el club capitalino, Jugó 42 juegos con Santa Fe en 2024, de los cuales 37 fueron como titular. Su participación fue fundamental para estabilizar la defensa del equipo y, en consecuencia, se posicionó como uno de los baluartes defensivos más confiables del plantel. Su estabilidad y compromiso en el terreno de juego le hicieron ganar la admiración tanto de compañeros como de los seguidores del equipo.
Sin embargo, al término de su préstamo, el Club Santa Fe no optó por ejercer la opción de compra que existía sobre su ficha, perteneciente al Atlético Tucumán. A pesar de que Ortiz manifestó su interés en continuar formando parte del equipo en Bogotá, Las negociaciones no prosperaron. Esta situación dejó una vacante significativa en la defensa de Santa Fe, que actualmente está sufriendo las consecuencias de no haber retenido a un jugador de su calidad.
En el afán de encontrar soluciones, la directiva del club decidió reforzar la zaga con otros futbolistas como Emanuel Olivera, Kevin Cuesta y Víctor Moreno. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la línea defensiva sigue mostrando debilidades evidentes. La falta de coordinación y la escasa experiencia en el grupo están claramente reflejadas en los resultados adversos que han tenido en los partidos recientes.
Mientras tanto, Ortiz ha regresado a Atlético Tucumán, donde sigue su carrera profesional. En Santa Fe, su nombre sigue resonando en la memoria de los fanáticos, quienes rememoran su solidez y dedicación en el campo de juego. La decisión de no retenerlo ha generado varias interrogantes sobre la planificación y estrategia del club. Esta incertidumbre en la defensa plantea la necesidad urgente de revisar la gestión deportiva y considerar cómo se toman las decisiones clave que afectan al equipo.
A medida que se aproximan los desafíos en la Liga Betplay, Santa Fe deberá trabajar intensamente para consolidar su defensa. La experiencia y el liderazgo que proporcionaba Ortiz podrían haber sido elementos esenciales en este proceso de reconstrucción defensiva, y su ausencia se convierte en un factor que claramente juega en contra del equipo.
En este sentido, es fundamental que el club busque soluciones inmediatas para robustecer su línea defensiva. La situación imperante demuestra que, en el mundo del fútbol, dejar ir a un jugador clave puede acarrear consecuencias significativas que afectan el rendimiento general del equipo.
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