Resistir en el día a día en Cisjordania. Un testimonio exclusivo del campo de Dheisheh – Reporte diario

Contretemps

El siguiente documento es una entrevista realizada por Stathis Kouvelakis a C.P., habitante del campo de Dheisheh, campamento refugiado al sur de Belén (Cisjordania).

El horror de la ofensiva genocida en Gaza a veces nos hace olvidar que una partida no menos decisiva se está jugando actualmente en Cisjordania. El ejército israelí, flanqueado por colonos ultra-armados y fanáticos, continúa implacablemente los ataques cuyo objetivo ahora declarado es la limpieza étnica de este territorio para “construir un Estado judío israelí sobre el terreno”, según declaró el ministro de Defensa israelí el 30 de mayo. Por lo tanto, se vuelve esencial recoger las voces de quienes viven esta otra guerra a diario y muestran una determinación inquebrantable frente al ocupante sionista. Tuvimos la oportunidad de conocer y charlar con uno de ellos, C. P., un activista del campo de Dheisheh.

En primer lugar, unas palabras sobre la historia de este lugar. El campo de Dheisheh se encuentra en el sur de Cisjordania, cerca de Belén. Fue creado en 1949 para albergar temporalmente a familias palestinas expulsadas durante la Nakba de 45 aldeas al oeste de Jerusalén y Hebrón. Inicialmente previsto para acoger a 3.000 personas refugiadas, ahora cuenta con alrededor de 18.000 residentes. El hacinamiento y la mala calidad de las viviendas construidas por la UNRWA a partir de finales de la década de 1950 para sustituir las tiendas de campaña que inicialmente albergaban a las familias, explican el doble movimiento que da a Dheisheh su configuración actual: la construcción de viviendas por parte de los propios residentes y la salida del campo de las familias que se lo pueden permitir y que se instalan en los alrededores.

Bajo control jordano durante su creación, Dheisheh ha estado bajo ocupación israelí desde 1967. Entre 1967 y 1995, cuando pasó a estar bajo la jurisdicción de la Autoridad Palestina (AP), el campamento estuvo bajo toque de queda una media de 3,5 días al mes, hasta 84 días consecutivos en un momento dado. Importante centro de la resistencia popular, fortaleza de la izquierda palestina, Dheisheh se levanta masivamente durante las dos Intifadas1, y se enfrenta a una feroz represión israelí, que continúa hasta hoy.

En esta entrevista, C. P. nos da su testimonio sobre la vida cotidiana a la que se enfrentan las y los residentes del campamento, una vida cotidiana que se ha convertido en un verdadero calvario desde el 7 de octubre de 2023. También nos habla de la evolución de la situación política en el territorio formalmente controlado por la AP y dentro del movimiento nacional palestino, así como de su percepción por parte de la población del campamento y, más en general, de Cisjordania. C. P. ha querido preservar su anonimato por razones que resultan evidentes al leer esta entrevista: una palabra libre e independiente, a fortiori de izquierda, es imposible de mantener de forma abierta en un territorio sujeto al doble control del ocupante sionista y de una Autoridad Palestina más proclive a colaborar con ella que a apoyar la lucha por la liberación del pueblo que se supone que representa.

Contretemps – Para empezar, háblanos de la historia de Dheisheh y de lo que representa para la lucha del pueblo palestino.

C.P – Dheisheh es el tercer campo de refugiados más grande de Cisjordania. Su población es de unas 18.000 personas y se encuentra en la región de Beit Laham, cerca de Belén, en la parte sur de Cisjordania. Dheisheh es conocido por ser un campo en el que los partidos de izquierda tienen una fuerte presencia, aunque otras fuerzas también están activas. Ha sido un bastión de la resistencia popular desde la década de 1980 y la primera Intifada, pero estaba activo incluso antes de eso. Es un lugar donde hay muchas personas con un alto grado de formación que comparten una forma de pensar revolucionaria. Por eso siempre ha sido un objetivo para el ejército israelí.

Completar la limpieza étnica de Cisjordania

Contretemps – ¿Qué formas toma la escalada de la represión ejercida por los israelíes desde el 7 de octubre?

C.P – Después del 7 de octubre, los israelíes han invadido Dheisheh en varias ocasiones. A veces nos atacan una vez a la semana, a veces dos o tres veces por semana. Casi 800 personas del campamento han sido encarceladas en el último período, pero no todas al mismo tiempo. Son detenidas en grupos de 10 a 20, detenidas, luego liberadas y detenidas de nuevo, con otras personas. También tenemos 21 personas condenadas a cadena perpetua. Llevan 25 años en prisión, desde la segunda Intifada. Cuatro o cinco de ellas han sido liberadas recientemente gracias al intercambio de prisioneros entre Hamás y los israelíes.

Les decimos a nuestros hijos e hijas que no deben tirar piedras a los jeeps israelíes porque no es efectivo. Pero cuando los israelíes entran en el campamento, empiezan a gritar insultos por altavoz. Provocan a los jóvenes, los animan a tirar piedras porque su objetivo es matar a la mayor cantidad posible. Hasta ahora, cuatro de nuestros hijos han sido asesinados a tiros dentro del campamento. Uno de ellos, muy joven, fue detenido y asesinado en prisión. Los soldados atacan las casas, destruyen los muebles y todo lo que hay dentro. No hay una hora precisa para sus ataques. A veces irrumpen a las 2 de la mañana, por la noche, o a las 10 de la mañana, o por la tarde. A veces se quedan desde la mañana hasta la noche, y colocan a sus francotiradores por todas partes. Son muy numerosos cuando entran en el campamento, y es realmente aterrador para los niños, para los jóvenes, para las mujeres.

Antes del 7 de octubre, los israelíes respetaban, digamos, ciertas reglas. Hoy en día, ya no hay reglas. Antes no se atrevían a atacar a una anciana, ahora lo hacen con total impunidad. El comportamiento de los soldados se ha vuelto más radical. Los colonos también nos atacan. Cercan el campamento y atacan el único espacio de ocio que tenemos. Se trata del área Suleiman, equipada con una piscina. Llevamos a nuestros hijos allí para que tomen el aire y jueguen. Ahora ya no podemos ir porque es atacada por los colonos todos los días, bajo la protección del ejército israelí. Dicen que el lugar ya no es para los palestinos, que es una zona para los colonos.

También notamos que debido a la falta de soldados israelíes desde el inicio de la guerra contra Gaza, los que se unen al ejército hoy no han recibido un entrenamiento militar real. Son principalmente colonos. A veces, se puede ver en su uniforme que no son soldados israelíes normales. Hemos colocado cámaras por todas partes, para poder seguir sus conversaciones. Negocian entre ellos, dicen “sígueme, no hagas esto, haz lo que te digo”, etc. Tienen miedo porque no están entrenados, lo que los hace aún más peligrosos. Un soldado normal saben cómo reaccionar cuando los cogen por sorpresa. Pero estos no lo saben, abren fuego directamente. Ahora se ha convertido en la norma en Cisjordania, especialmente en la parte norte.

Contretemps – ¿Cuáles son los objetivos de los israelíes en Cisjordania en el período actual?

C.P – Su objetivo principal siempre ha sido conocido. Quieren vaciar la Cisjordania de palestinos y palestinas. Pero, ¿Cómo pueden lograrlo? Esa es la cuestión. Antes, hablaban de “transferencia suave” y nos hacían la vida cada vez más difícil. Pero ahora han pasado de un escenario de “transferencia suave” a un escenario de “transferencia dura”, con los colonos en primera línea. En Cisjordania, especialmente en el norte, los colonos hacen cosas horribles. Matan a la gente, atacan al ganado, se apoderan de la tierra, destruyen las cosechas, queman los coches. Incluso en los alrededores de nuestro campamento, en Nahalin, un pueblo cerca de Belén, detuvieron un coche con siete personas dentro. Lo rociaron con gasolina y lo quemaron, con la gente dentro. Cuatro de los pasajeros murieron, los demás tuvieron graves quemaduras. En Jenin, Tulkarem y otros lugares, cientos de casas fueron destruidas por el ejército. En algunos lugares alrededor de Belén, como Beit Jala y Beit Sahur, donde viven nuestros hermanos y hermanas cristianos palestinos y forman la mayoría de los habitantes, los israelíes despliegan la policía para que la ocupación parezca normal y menos violenta a los ojos de la población.

También tenemos más de 750 000 palestinos de Cisjordania que tienen un documento de identidad jordano. Son de Palestina, pero sus padres o abuelos se convirtieron en refugiados en Jordania y obtuvieron una “tarjeta amarilla” [jordana]. Antes de 1967, toda Cisjordania estaba bajo control jordano. Hoy, los israelíes les dicen a estas personas, y a todos los que tienen doble nacionalidad, que deben irse. Todo esto forma parte del plan para trasladar la población y completar la limpieza étnica de Palestina.

La vida cotidiana bajo la ocupación

Contretemps – Hablemos de la vida cotidiana bajo la ocupación israelí. ¿Cómo se organiza la gente para hacer sus vidas sostenibles?

C.P – La respuesta más sencilla es decir que es imposible planificar nada, seguir un horario, programar una actividad. En términos más generales, no sabes lo que te va a pasar en la siguiente hora. Es imposible tener una vida social en estas condiciones. Otro ejemplo: Tengo familia en Hebrón. No he podido verlos desde el comienzo de la guerra. Me las arreglé para ir allí dos veces, pero me arrepiento de haberlo hecho porque me quedé atascado en el punto de control de las 22h a las 8h de la mañana del día siguiente. Así que no lo volveré a hacer.

Se ha vuelto imposible ir a trabajar. El sistema educativo no funciona debido a las constantes incursiones del ejército. No envío a mis hijos a la escuela si me entero de que los israelíes han entrado en el campo. A veces solo se quedan 10 o 20 minutos y se van, pero es demasiado tarde, ya hemos decidido no dejarlos ir a la escuela. Por lo tanto, la gente no puede tener una vida normal. No se puede hablar con los israelíes. En cualquier país normal, los ciudadanos disponen de una forma de recurso legal. Pero en Israel, el agresor es el mismo que el juez. En cualquier caso, no serás escuchado.

Contretemps – ¿Cuál es la situación económica en Cisjordania?

C.P – La economía palestina está destruida, nuestros principales recursos provienen de la ayuda internacional. Todas nuestras exportaciones deben pasar por Israel. Producimos, por ejemplo, suficientes verduras para nuestro propio consumo local, pero no podemos exportar el excedente porque tardaría semanas en llegar al puerto y los productos se pudrirían. Por lo tanto, aparte de algunos productos como los dátiles y el aceite, que se conservan bien, no hay exportaciones.

La ayuda internacional va a la Autoridad Palestina (AP), a organizaciones no gubernamentales o a la UNRWA. Estos tres sectores distribuyen entonces una parte al sector privado, a las sociedades y a las empresas palestinas. Hay mucha colusión a este nivel, especialmente entre la AP y algunas empresas privadas. La AP también recauda impuestos sobre las importaciones. En principio, los israelíes recaudan los ingresos de estos impuestos y entregan parte de ellos a la Autoridad Palestina. Pero desde hace algunos años, incluso antes del 7 de octubre, eso no funciona. Los israelíes hacen retención. Y la ayuda de la UE, Estados Unidos y otros países es claramente insuficiente y, además, se asigna según criterios políticos. Al final, no recibimos el dinero que se supone que debimos recibir.

Hay que añadir que una de las fuentes de ingresos más importantes provenía de los salarios de las y los palestinos, alrededor de 200.000, que trabajaban en lo que se llama Israel, la parte de la Palestina ocupada desde 1948. Esta fuente de ingresos ha desaparecido desde el 7 de octubre. Estos trabajadores han perdido su empleo, excepto algunos en puestos altamente cualificados para los que hay una demanda urgente, como las profesiones médicas. Pero es menos del 2% del total.

Contretemps – ¿Cuáles son las consecuencias de este bloqueo económico en la satisfacción de las necesidades básicas, empezando por la alimentación?

C.P – Los precios han aumentado enormemente. La principal explicación, como ya he dicho, es que no hay exportaciones, ni fuentes de ingresos, excepto la ayuda del extranjero. Y como no podemos exportar y estamos privados de reservas de liquidez, tampoco podemos importar. Me gustaría poder traer a Palestina parte de la carne que veo aquí en el supermercado. Lo que cuesta 13 euros en París cuesta unos 45 euros en Palestina. La mayor parte de nuestra vida está en manos de los israelíes. Producimos pollos, por ejemplo, pero dependemos de Israel para los huevos, de ahí una escasez permanente de huevos. Los israelíes también imponen muchos impuestos a todos los productos importados. El transporte también se ha vuelto más caro debido a los puntos de control. Antes del 7 de octubre, se podía llenar un camión de verduras en Jenin y llevarlo a Belén, costaba entre 200 y 300 €. Ahora, este camión tiene que detenerse varias veces, y a veces los productos deben transferirse a otro camión. Esto tiene un impacto en los precios y, muy a menudo, debido a los retrasos, los productos caducan.

También está el declive de la producción local. Jenín, por ejemplo, es el principal lugar de producción de hortalizas de Cisjordania. Pero desde hace tres o cuatro meses, ya no pueden producir nada porque el ejército ocupa la ciudad. La gente no puede ir a los campos o a los invernaderos. Hace tres meses los tomates costaban 20 shekels, que era bastante barato, mientras que hoy cuestan 60 shekels, tres veces más.

Contretemps – ¿Cuál es el impacto de la actual ofensiva israelí en el sistema de salud?

C.P – Nuestro sistema de salud se ve afectado, tal vez no tanto como otros sectores, pero hay una escasez constante de medicamentos. Los medicamentos son importados por Israel, pero los israelíes retienen las existencias hasta la fecha de caducidad. Luego los llevan a las clínicas de la UNRWA, cuando ya no se pueden utilizar. En los campos de personas refugiadas, el sistema de salud está gestionado por la UNRWA. Desde que Israel la calificó de “organización terrorista”, las personas más afectadas son las refugiadas.

El papel de la Autoridad Palestina

Contretemps – Pasemos ahora a la dimensión política de la situación. ¿Cómo ves el papel de la AP y cómo ha evolucionado desde el 7 de octubre?

C.P – La posición de la AP es similar, digamos, a la de Tanzania… No tiene posición, ha permanecido en silencio. Condenaron el 7 de octubre porque dicen estar bajo una fuerte presión a nivel internacional y por parte de Israel. Hablan de las masacres en Gaza, dicen que esto tiene que parar, pero nunca hacen nada. La AP aparece como una especie de institución neutral, que no defiende concretamente a las y los palestinos.

Hoy en día, las negociaciones se llevan a cabo directamente entre estadounidenses y Hamás. Hussain Al-Sheikh, el vicepresidente de la AP, ha declarado que no se podía llegar a un acuerdo sin la aprobación de la AP. ¿Cuál es su objetivo? ¿Quiere que la gente siga sufriendo o que la AP sea parte de la solución? La AP puede llegar a arreglos de vez en cuando para obtener ayuda y negociar ciertas cosas con los israelíes, pero en general, su papel es muy negativo.

Contretemps – ¿Existe una colaboración entre Israel y la AP para reprimir la resistencia palestina?

C.P – Sí. El acto más reciente de su cooperación data de hace dos días. Un palestino atacó a los colonos en Qalqilya. Estaba muy claro que el Shabak (los servicios de inteligencia israelíes también conocidos como Shin Bet) estaban trabajando codo con codo con los servicios de inteligencia palestinos para encontrar a los atacantes, y lograron detenerlos. Sin el apoyo de los servicios de seguridad de la AP, no podrían haberlo hecho tan rápido.

Ayer, Jibril Rajoub, uno de los líderes de la AP y Fatah, también ex jefe de seguridad en Cisjordania, viajó a Israel para cuidar de su hijo hospitalizado. Los medios de comunicación israelíes debatieron extensamente cómo había logrado entrar en Israel sin que las autoridades políticas lo supieran. La respuesta es que fue el resultado de una cooperación directa entre el Shabak y los servicios de inteligencia palestinos, sin pasar por el nivel político. Lo mismo ocurrió con el primer ministro de la AP, Mohammad Mustafa. Hace unas semanas, viajó a Jerusalén para ocuparse de algunos hospitales y administraciones que están bajo el control de la AP. También entró sin ninguna autorización a nivel político.

Contretemps – ¿Cuál es la percepción de la AP por la población? ¿Cuál es la popularidad de su presidente Mahmoud Abbas?

C.P – Son muy impopulares. Incluso las personas que trabajan para la AP, incluidas las personalidades de primer nivel, están enfadadas. Pero no hablan abiertamente con los medios de comunicación y no pueden hacer mucho. La crítica es imposible, es una especie de dictadura. Muchas personas intentaron hacer algo y fueron despedidas. Incluso quienes no forman parte de la AP o pertenecen a otros partidos son vigilados. Por ejemplo, cuando Moustapha Barghouti (líder de la Iniciativa Nacional Palestina) interviene en la política general, sufre ataques de personas pagadas por la AP.

Si se celebraran elecciones justas y libres, lo que es muy poco probable en un futuro próximo, la AP no obtendría más del 25 o 30% de los votos. Pero por otro lado, Israel, las potencias occidentales y los demás nos están chantajeando diciendo que sin la AP no conseguiremos nada. Es por eso que la gente intenta mantener la AP, porque facilita el empleo, las escuelas, el sistema de salud, etc. Pero si, a nivel internacional, se tomara la decisión de organizar elecciones realmente libres, de permitir que otras fuerzas, como Hamás, tomen el poder, creo que estas otras fuerzas obtendrían entre el 65 y el 70% de los votos. Y creo que en este momento, Hamás es la más popular entre estas fuerzas.

La percepción de Hamás

Contretemps – Esto nos lleva a hablar del papel de Hamás. ¿Cómo lo percibe la población de Cisjordania desde el 7 de octubre?

C.P – El 7 de octubre provocó un gran shock en Cisjordania. Nos sorprendió que Hamás lanzara este ataque porque estábamos sufriendo propaganda que repetía una y otra vez que Hamás había vendido Palestina a los israelíes y que se había convertido en algo así como la AP, una institución corrupta, cuyos recursos benefician a los hijos de los líderes, etc. Pero hoy la gente ve que el dinero se utilizaba para otros fines. Por ejemplo, los hospitales de Hamás logran funcionar hasta que son completamente destruidos por los israelíes. Sin los bombardeos, funcionarían muy bien. Si se produjeran ataques similares en Cisjordania, nada funcionaría durante más de una semana. Hamás utilizó el dinero para prepararse para tiempos difíciles. Por eso estamos muy impresionados con lo que ha hecho.

Ciertamente, no podemos juzgar a nivel general porque no estamos en una situación comparable a la de Gaza. La pregunta debería hacerse primero a los habitantes de Gaza: ¿Están satisfechos con Hamás o se volverán contra él? Con todas estas masacres y destrucciones, la gente normalmente debería odiar a Hamás y pensar que es responsable de lo que está sucediendo. Sin embargo, sabemos que nadie, ni un ejército, ni una guerrilla, ni un partido, puede permanecer en pie como Hamás lo está actualmente en Gaza sin el apoyo de la población. Otra prueba de que los habitantes de Gaza apoyan a Hamás es que no quieren que la AP o Israel tomen el poder en el territorio. Los servicios de inteligencia de la AP enviaron a Gaza a unas 200 personas armadas y entrenadas para tomar el control, pero fueron capturadas por las personas que las entregaron a Hamás.

En Cisjordania, si hubiera elecciones, no menos del 70% de los votantes votarían por Hamás. Incluso los cristianos apoyan a Hamás. Tenemos amigos, vecinos que son cristianos2. Hablamos con ellos y dicen que votarían por Hamás. Lo mismo ocurre con las universidades. Fatah gastó mucho dinero y utilizó todo tipo de trucos para evitar que Hamás participara en las elecciones. Está prohibido ondear banderas de Hamás en las calles. La gente es arrestada e intimidada. Como saben, las cuestiones de honor, especialmente para las niñas y las mujeres, son de suma importancia en la sociedad palestina. Por lo tanto, las familias reciben mensajes diciéndoles que no dejen salir a su hija para expresar su apoyo a Hamás, de lo contrario le pasará algo. Y, sin embargo, Hamás participa en el juego político. Puede que no sea mayoritario donde se celebran las elecciones, en las universidades, los sindicatos, algunos municipios, pero compite con Fatah, obtiene del 35 al 50% de los votos, lo que es un milagro en estas condiciones. De hecho, Hamás es el partido palestino más popular de todos los tiempos.

¿Qué papel desempeña la izquierda palestina?

Contretemps – Has dicho anteriormente que había una tradición de izquierda en el campamento de Dheisheh. ¿Siguen activas las fuerzas de izquierda como el FPLP y el FDLP en Cisjordania?

C.P – Hay dos problemas principales con la izquierda. El primero se encuentra a nivel internacional. Con la caída de la Unión Soviética, la izquierda se vio profundamente afectada y se debilitó en todo el mundo. En Palestina se esforzó por continuar la lucha tanto como pudo, pero, y este es el segundo problema, se encontró dividida en diferentes corrientes. Una de ellas quiere seguir siendo parte de la OLP. Esto significa que los ejecutivos obtienen puestos y salarios, pero deben permanecer dentro del marco de la AP. Otra parte de la izquierda se ha quedado en silencio. No quiere someterse a la AP, pero no tiene los medios para resistir concretamente o intentar otra cosa. Por último, hay una tercera corriente, fuertemente atacada por los israelíes y la AP incluso antes del 7 de octubre. La mayoría de ellos han estado encarcelados durante años y muchos todavía lo están.

Entre los jóvenes e incluso los muy jóvenes, de 12 años o más, muchos se sienten atraídos por la izquierda, especialmente en el campo de Dheisheh. A la gente no le gusta Fatah, y Hamás es bastante débil en el campo, por lo que muchos de ellos van, por ejemplo, a partidos como el FPLP [Frente Popular para la Liberación de Palestina]. Pero son atacados, a partir de los 12 o 13 años, son arrestados. La represión hace que la actividad política en Cisjordania sea casi imposible.

Contretemps – ¿Incluso para Hamás?

C.P – Están organizados en la clandestinidad y muestran una gran inteligencia. Aprovechan eventos como los funerales para aparecer públicamente. Pero también hacen mucho trabajo social similar al de las ONG y así es como mantienen su vínculo con la población.

Contretemps – En el norte de Cisjordania, en ciudades como Jenin y Tulkarem, una nueva generación forma grupos de resistencia armada. El ejército israelí responde ocupando ciudades, asaltando campos de refugiados, destruyendo casas y matando gente. ¿Qué está pasando exactamente?

C.P – Desde 2006, cuando la AP organizó un golpe de Estado contra Hamás y Hamás respondió tomando el control de Gaza3, las actividades del movimiento están prohibidas en Cisjordania, especialmente a nivel militar. Como dije antes, incluso a nivel político, es muy complicado para ellos. Por lo tanto, Hamás ha llegado a acuerdos con sectores de Fatah, jóvenes a los que no les gustan las políticas de los líderes y de la AP, y otros que quieren ser activos en la resistencia. En Jenin, Tulkarem, Nablus, cientos de personas fueron asesinadas sin motivo incluso antes del 7 de octubre. La gente empezó a decirse a sí misma que iban a morir de todos modos, y que por lo tanto tenían que resistir. Formaron pequeños grupos, que inicialmente provenían principalmente de Fatah. Hamás ha apoyado económicamente a estos grupos y les ha proporcionado sus conocimientos. El movimiento se ha convertido así en la principal fuerza en el norte de Cisjordania. Incluso Ibrahim Al-Nabulsy (uno de los líderes de las Brigadas Al-Aqsa, el ala militar de Fatah, asesinado por los israelíes en agosto de 2022), que desempeñó un papel importante en este proceso, dijo repetidamente “somos hombres de Mohammed Deif” (el líder militar de Hamás, asesinado por los israelíes en julio de 2024). Pero estos grupos sufrieron fuertes ataques israelíes y fueron casi completamente aniquilados.

¡La hora de la liberación está cerca!

Contretemps – Última pregunta, probablemente la más difícil: ¿Cómo ves la perspectiva de la liberación de Palestina?

C.P – Creo que pronto sucederá, antes de lo que mucha gente piensa. En todo el mundo, la gente ha visto la verdadera cara de Israel. Por eso las manifestaciones son tan numerosas desde el 7 de octubre. Incluso en Nueva York, en Washington, en todo Estados Unidos, cientos de miles de personas salieron a la calle, con una participación masiva de la comunidad judía. También creo que Israel no podrá hacer frente a esta guerra durante mucho tiempo. Sin el apoyo de Occidente, Israel estaría perdido desde hace años. Hoy los Estados Unidos están empezando a pensar en sí mismos. Ayer vi un reportaje sobre la cantidad que Estados Unidos tiene que pagar para atacar a los hutíes en Yemen. ¿Por qué seguirían pagando por Israel? Es el pueblo más odiado del mundo.

El truco de equiparar la oposición a Israel con el antisemitismo ya no funciona. Las personas ahora pueden estar informadas y ver lo que está sucediendo en tiempo real. También creo que se producirán cambios importantes en la región en general, antes de lo que muchos imaginan, en Jordania e incluso en Arabia Saudita. En Siria, hay mucho descontento con el nuevo régimen porque llegó al poder bajo la cobertura de Estados Unidos, para implementar una política de amistad con Israel con el pretexto de que la paz es mejor que nada. Pero las cosas no se quedarán como están.

La próxima vez, el año que viene, espero que nos encontremos en Francia. Pero al año siguiente será en Palestina, te lo prometo. ¡La liberación llegará pronto, Inch’Allah!

La entrevista se realizó el 15 de mayo de 2025. Fue traducida al francés por Stathis Kouvélakis. Las notas y los pasajes entre corchetes son del traductor.

Stathis Kouvélakis es profesor de teoría política en el King’s College London y formó parte del comité central de Syriza entre 2012 y 2015.

26/Jun/2025

Traducción: Faustino Eguberri para viento sur.

En un artículo publicado en noviembre de 2000 en Le Monde diplomatique, “Días ordinarios en el campamento de Dheisheh”, la periodista palestina Mouna Hamzeh-Muhaisen ofrece un conmovedor testimonio de la vida en el campamento durante la segunda Intifada.

Alrededor de 50 000 palestinos que viven en Cisjordania son cristianos.

En enero de 2006, en las únicas elecciones celebradas hasta la fecha en Cisjordania y Gaza, Hamás llegó a la cabeza, con el 44,5% de los votos, por delante de Fatah (41,4%), y los partidos de izquierda FPLP (4,2%), FDLP (2,7%) y la Iniciativa Nacional Palestina de Moustapha Barghouti (2,7%). Hamás obtuvo una mayoría absoluta de escaños, y su líder, Ismail Haniyeh, fue nombrado primer ministro por el presidente de la AP, Mahmoud Abbas, en febrero de 2006. Anunciaba la formación de su gobierno al mes siguiente. Pero la AP, incitada y apoyada por Estados Unidos y las potencias occidentales, lleva a cabo un golpe de Estado contra el gobierno de Haniyeh y lanza una ofensiva militar contra Hamás. El resultado es una partición entre Cisjordania, donde la AP mantiene su control, y Gaza, controlada por Hamás, y una escisión de la que el movimiento nacional palestino no se ha recuperado. En 2008, la revista estadounidense Vanity Fair reveló documentos que detallan el plan de la administración Bush para derrocar a Hamás, un plan directamente inspirado en el implementado con los “contras” en guerra contra el gobierno sandinista en Nicaragua.

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