29 de octubre de 2025.- La Relatora Especial de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, condenó que más de 60 estados facilitaron la maquinaria genocida de Israel en la Franja de Gaza.
Albanese presentó su último informe a la Asamblea General, titulado «Genocidio en Gaza: un crimen colectivo», en el que acusó a más de sesenta gobiernos de facilitar la maquinaria genocida del régimen israelí en Gaza.
La oradora enfatizó que las potencias occidentales y varios países árabes contribuyeron al exterminio del pueblo palestino a través de apoyo militar, diplomático y financiero, durante su intervención, que se realizó de forma remota desde la Fundación Desmond y Leah Tutu en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
El relator de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos, tras afirmar que parte de la comunidad global ha colaborado durante años para mantener una ocupación ilegal «que ahora ha escalado» hasta convertirse en un genocidio «sancionado internacionalmente», llamó a esos países a cortar sus vínculos comerciales y militares con Israel, recordándoles su compromiso legal de participar en Israel.
La investigación, titulada «El genocidio en Gaza, un crimen colectivo», examina el papel de 63 países que han estado relacionados con Israel a nivel diplomático, militar o comercial durante la guerra en el enclave, y mantienen vínculos que pueden implicar «asistencia o participación directa» en actos ilegales como crímenes de guerra y genocidio.
«Mediante actos ilegales o negligencia deliberada, demasiados Estados dañan, financian y protegen el apartheid militarizado de Israel», subrayó Albanese durante la presentación del informe. «[Y todo ello] «Permite que su proyecto de colonización se convierta en genocidio, el mayor crimen contra el pueblo indígena de Palestina», señaló.
El documento de 24 páginas colocaba a Estados Unidos en el centro de la economía de guerra de Israel, responsable de dos tercios de sus importaciones de armas y había bloqueado su responsabilidad mediante siete vetos del Consejo de Seguridad.
También acusó a Alemania, Gran Bretaña y otras potencias europeas de seguir suministrando armas avanzadas «incluso cuando la evidencia de genocidio era evidente».
