Quake March viaja a la UE contra la política de antimigrantes

Washington. Domingo 11 de mayo de 2025. Activistas de sobrescling iniciaron ayer una travesía que los llevará desde Nueva York hasta Washington, como parte de una protesta enérgica contra la opresión que la administración de Donald Trump está imponiendo sobre los inmigrantes. En un contexto marcado por la controversia, la Casa Blanca anunció la decisión de incrementar en 20,000 el número de agentes destinados a las fuerzas de deportación, además de expandir el programa de reconocimiento facial en los puntos de control de salida del país.

En el mismo periodo, más de 100 personas fueron arrestadas por funcionarios federales de migración en una operación en conjunto con la Patrulla de Carreteras de Tennessee. Esta situación ha generado un estado de desesperación entre muchos inmigrantes indocumentados, quienes, al buscar asistencia legal, han caído en manos de estafadores en línea, perdiendo así sus ahorros en el proceso.

La reciente orden para aumentar el personal encargado de las deportaciones fue presentada a través de una proclamación presidencial. Esta medida pretende alentar a los extranjeros indocumentados a abandonar el país «voluntariamente», en lo que el gobierno considera una estrategia para manejar la situación migratoria.

Donald Trump ha instado al Departamento de Seguridad Nacional a dar inicio a esta tarea cuanto antes, sugiriendo la inclusión de más elementos estatales y locales, así como la utilización de agentes federales retirados y el reclutamiento de personal de otras agencias, según informes del New York Times.

Sin embargo, el mismo artículo señala que no se tiene claridad acerca de cómo se financiará esta iniciativa, lo que representa uno de los desafíos logísticos más significativos para una operación de esta magnitud. Actualmente, existen alrededor de 6,000 agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) dedicados a las labores de deportación.

Por su parte, Wired Media ha revelado que la Oficina de Protección de Aduanas y Fronteras (CBP) tiene planes para registrar a todas las personas que abandonan Estados Unidos hacia Canadá y México, incluso tomando fotografías de cada pasajero en los cruces fronterizos. Estas imágenes se compararán con los pasaportes, visas o documentos de viaje de los individuos, lo que establece un mecanismo de monitoreo más riguroso.

Esta información se podría utilizar para rastrear cuántas personas están eligiendo «auto-sostenerse» o abandonar el país de forma «voluntaria», una estrategia que la administración Trump ha promovido intensamente, incluso ofreciendo incentivos monetarios a migrantes irregulares dispuestos a salir del territorio estadounidense.

Hasta el momento, no se ha establecido una fecha concreta para la implementación de este plan. Wired informa que CBP actualmente está comparando las imágenes de las personas que ingresan al país con «todas las imágenes documentadas», incluyendo pases, visados y tarjetas de residencia, lo que añade otro nivel de vigilancia al proceso migratorio.

Además, la Patrulla de Carreteras comunicó el viernes que realizó 588 detenciones durante la operación conjunta con ICE, resultando en el arresto de 103 individuos que ahora están siendo investigados por violaciones de inmigración. Las autoridades enfatizaron que estas detenciones llevaron a la recuperación de drogas ilegales y armas de fuego, contribuyendo así a la mejora de la seguridad en Tennessee; uno de los arrestados era buscado por un presunto asesinato en El Salvador.

En medio de este clima tenso, Lisa Sherman Luna, CEO de la Coalición para los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados en Tennessee, expresó que «nunca antes habían visto algo así». La semana pasada, funcionarios de Florida llevaron a cabo una operación similar con ICE que resultó en la detención de 120 personas por migración irregular.

En este contexto, un grupo de Quaqueros ha recorrido más de 480 kilómetros desde la ciudad de Nueva York hasta Washington DC para manifestar su oposición a la opresión que la administración Trump ha impuesto sobre los migrantes. Este acto es una continuación de la larga tradición de activismo de este movimiento religioso, que históricamente se ha involucrado en protestas pacíficas para poner fin a la guerra y la esclavitud, así como para reivindicar el derecho al voto de las mujeres, en consonancia con su compromiso con la justicia y la paz.

A principios de este año, miembros de esta comunidad religiosa, originaria de Inglaterra en el siglo XVII, llevaron a cabo una protesta contra las políticas del gobierno federal que fortalecen a los agentes migratorios en la realización de arrestos en lugares de culto.

Mientras tanto, un informe del Washington Post indica que muchos migrantes indocumentados enfrentan problemas en las redes sociales, donde se ven inmersos en la búsqueda de abogados o funcionarios legales que no cumplen con sus promesas, haciendo que inviertan grandes sumas de dinero por falsas esperanzas de asesoría legal efectiva.

Por otro lado, el gobierno de Sudáfrica ha calificado como «infeliz» la decisión de Washington para otorgar estatus de refugiado a los Afrikáner, argumentando que las acusaciones de discriminación en su contra son «infundadas».

La Casa Blanca lanzó una política de reubicación para sudafricanos blancos, tras acusar al gobierno de Pretoria de discriminar en un contexto de expropiaciones de tierras. Esta posición ha sido descalificada por Sudáfrica, considerándola como igualmente «infundada».

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