Pruebas técnicas en la pendiente sur -occidental sin solución

abril 21, 2025

A dos años de la tragedia en el sector conocido como «La Loma de la Manga», en la ciudad sur de Barranquilla, los residentes aún viven con la angustia de aquel día en que la tierra se movió de manera dramática. El miedo y la incertidumbre perviven en sus recuerdos, atrapados como si el tiempo se hubiera detenido durante esa experiencia aterradora.

Las autoridades han determinado que no se trató de un temblor, sino que un deslizamiento de tierra impactó la zona, dejando a aproximadamente 30 familias directamente afectadas y otras 50 en estado de riesgo ante posibles nuevos deslizamientos. En un informe del Oficina de gestión de riesgos del distrito proporcionado a mediados de septiembre de 2022, se afirmó que «la situación era bastante grave, pues más de 50 casas están amenazadas, de las cuales 15 ya han sido desalojadas anteriormente debido a los riesgos que presentan».

Este no ha sido el primer incidente de tal naturaleza que alarma a los habitantes de Barranquilla. Los ciudadanos están cada vez más preocupados ya que sin la implementación de medidas concretas, es probable que no sea el último suceso de este tipo en la área suroeste de Barranquilla. Habitantes de diversos sectores como El Rubí, Villa del Rosario, Las Terrazas, Loma Red, Sector EDEN, Campestre Colina, Campo Alegre, y La Manga son testigos directos de esta peligrosa situación.

Los residentes del sector de Villas del Rosario están pidiendo soluciones. Foto:Agencia de Kronos

Convencidos de la inminente amenaza, dos representantes de la comunidad, Ronald Pasteco y Felipe Ortiz, han decidido actuar. Tras la temporada de lluvias, comenzaron a exigir medidas contundentes para mitigar el riesgo que viven diariamente. Sus registros muestran que la ladera suroccidental de la ciudad abarca muchos sectores vulnerables, incluidos Los barrios como Carlos Meisel, Las Américas, 7 de abril, Nueva Colombia, Las Malvinas, La Esmeralda y La Sierrita.

Detalles proporcionados en el informe del Defensor del Pueblo

No hay duda de que la tierra está en constante movimiento en esta región, como señala un informe de la Oficina del Defensor del Pueblo. El informe destaca que «la ciudad de Barranquilla se encuentra en el cinturón de Sinú, que consiste en rocas de origen acuático que se formaron entre el Pleistoceno y el Holoceno, además de depósitos recientes formados por ríos». En un análisis diferente, la misma agencia indicó que entre 1996 y 2011, múltiples estudios geológicos han repetido que «los movimientos de masa» en la ladera suroeste son dictados por la composición del suelo en la región.

Ronald Pasteco, presidente de la Fundación Icarus, menciona que desde 1997 hasta 2014, se han realizado alrededor de 15 investigaciones técnicas sobre esta problemática, algunas de las cuales fueron utilizadas por el distrito y otras por organismos del orden nacional, que demuestran la complejidad del terreno, sin embargo, hasta ahora «no se han implementado soluciones efectivas».

Este es un panorama en el área de alto riesgo de la ciudad. Foto:Agencia de Kronos

«Todos estos estudios rondan cifras superiores a los 68 mil millones de pesos. Sin embargo, al acercarse al distrito, la respuesta suele ser que los datos están desactualizados, por lo que se necesita un nuevo estudio. Esta actitud ignora los efectos estructurales del suelo y no trabaja por reducir el riesgo», agrega el líder comunitario.

Recursos millonarios en los últimos años

Un residente de 47 años declaró que, por año, alrededor de 7 mil a 8 mil millones de pesos han sido presupuestados por el distrito, los cuales principalmente han ido destinados a programas de capacitación de líderes sobre gestión de riesgos. Según la misma respuesta del distrito, «la capacitación de líderes es prioritaria». Sin embargo, se indica que de 2010 a 2023, 17,500 ciudadanos han sido capacitados en riesgos, una necesidad indiscutible, aunque la prioridad debe estar en la concreción de obras que prevengan desastres.

El área enfrenta varios problemas, como la falta de agua potable y redes de alcantarillado. Por otro lado, no se han implementado obras civiles necesarias para reducir la erosión, las pendientes, y el peligro del socavón. Un ciudadano lamenta la situación y menciona que «hay un año difícil porque muchos sectores están en estado crítico».

Ronald Pasteco ha solicitado a la administración del distrito que presente proyectos de transferencia o reasentamiento para aquellos que se encuentran en áreas de alto riesgo o que han sido víctimas de desastres naturales.

Resultados de la encuesta organizados por la comunidad

Felipe Ortiz, director de la Corporación Social y Social de MI People Bacana, también ha estado al tanto de estos problemas y ha compartido hallazgos de encuestas realizadas en la comunidad afectada. «La pendiente del sur ha causado múltiples problemas sociales. A través de nuestras encuestas, hemos permitido que los residentes expresen que la situación afecta no solo los servicios públicos, sino también sus condiciones de vida», indica Ortiz.

Al referirse a «situaciones específicas», Ortiz menciona problemas como la proliferación de plagas, escasez de agua y el desbordamiento de aguas residuales. También destacó que la falta de iluminación pública ha conducido a conflictos, actividades delictivas, y un ambiente más propicio para la violencia.

Área deslizante en Barranquilla. Foto:Agencia de Kronos

«Otro factor que hemos identificado es que estas comunidades sufren por servicios públicos deficientes. Como están clasificadas como áreas de alto riesgo, las empresas responsables a menudo se niegan a proporcionar mantenimiento o servicios», comenta el residente.

Ante esta devastadora realidad, El Tiempo consultó al alcalde de Barranquilla sobre las acciones que se están tomando para manejar el riesgo en la comunidad. Desde la administración del alcalde Alejandro Char se aseguró que están trabajando en una declaración para abordar la situación.

Mientras tanto, los habitantes que residen en los alrededores de la pendiente del sur de Barranquilla continúan esperando que se implementen medidas efectivas de prevención de desastres, con la esperanza de recuperar la tranquilidad perdida.