Pogacar gana su segunda flecha de Valona con ataque en el último km

En esta ocasión, la victoria no llegó gracias a un potente sprint en un largo galope, sino a un ataque meticulosamente calculado a tan solo 400 metros de la línea de meta. El destacado ciclista esloveno Tadej Pogacar logró el triunfo por segunda vez en su carrera en la Flecha Valona, llevando el espectáculo a su punto culminante en la empinada cima de la icónica pared de Huy este miércoles.

Pogacar, que ya se había coronado campeón en el año 2023, mostró su calidad y talento al lanzar una aceleración explosiva en el momento crítico del recorrido, específicamente en el segmento más exigente y difícil de Huy, donde las rampas superan el 17% de inclinación. Esa maniobra le permitió obtener una ventaja significativa sobre sus más cercanos competidores, el francés Kevin Vauquelin y el británico Tom Pidcock, quienes cruzaron la meta en segundo y tercer lugar, respectivamente, completando así el podio de la jornada.

El belga Remco Evenepoel, quien había sido considerado uno de los principales rivales para el título al inicio de la carrera, no pudo seguir el ritmo del arrollador ataque de Pogacar y finalizó en el noveno lugar, decepcionando a sus seguidores y dejando claro que el esloveno es un competidor formidable en estos eventos.

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Con esta victoria, Pogacar se convierte en el séptimo corredor en la historia en conquistar la Flecha Valona, una de las competencias más emblemáticas del ciclismo, y el segundo en obtenerla dentro del famoso tríptico de las Ardenas, portando la prestigiosa camiseta del arco iris que lo distingue como campeón mundial. Este logro lo coloca junto al francés Julian Alaphilippe, quien había ganado la prueba en 2021, y también resalta la relevancia histórica de esta competencia. Además, Pogacar se firma como el quinto ciclista en ser exitoso en la Flecha Valona, tras haber brillado en el Tour de Francia, sumándose a los anales de legendarias figuras del ciclismo como Fausto Coppi, Ferdinand Kübler, Eddy Merckx y Bernard Hinault, en un año que marca el cuadragésimo aniversario de la primera llegada en el esplendoroso muro de Huy.

Un clima complejo

Al igual que el año anterior, el clima volvió a jugar un papel fundamental en la dureza de la competencia. La lluvia constante y el frío impactaron duramente al pelotón, resultando en la eliminación de varios favoritos, entre ellos el danés Mattias Skjelmose, quien había triunfado recientemente en el oro de Amstel. Desafortunadamente, Skjelmose se vio obligado a abandonar la carrera tras sufrir una caída en una curva de una carretera inundada, lo que le provocó problemas en su rodilla derecha, a tan solo 40 kilómetros de la meta.

Pogacar, en cambio, parece florecer en estas condiciones adversas, demostrando su superioridad al distanciarse de sus oponentes con una impresionante ganancia de más de 10 segundos en cuestión de pocos cientos de metros.

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El líder del equipo EAU continúa asombrando a los aficionados en esta temporada de las clásicas de primavera, habiendo ya conseguido un nuevo podio, que incluye su victoria en The Strade Bianche, un tercer puesto en el Milan-San Remo, una victoria en la circunvalación de Flandes, y un segundo lugar en el Paris-Roubaix, además de su reciente éxito en esta carrera.

La próxima y emocionante cita para Pogacar será este domingo, en la clásica Lieja-Bastoña-Lieja, el cuarto ‘monumento’ de la temporada ciclística, donde el esloveno se encuentra en la búsqueda de añadir otro capítulo glorioso a su carrera al convertirse en el segundo corredor, después de Eddy Merckx, en conseguir en el mismo año las victorias tanto en Flandes como en Lieja.

eldeportivo.com.co/afp

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