Narváez fue secuestrado el 15 de abril, alrededor de las 2:00 de la tarde, mientras se dirigía a buscar a su mascota cerca de su hogar en el distrito del Caribe Verde, al sur de Barranquilla. En ese momento, un grupo de hombres armados se acercó a él y lo forzaron a entrar en un automóvil, siendo acompañado por dos motocicletas que los seguían. Esta situación causó gran alarma en la comunidad y devastación en la familia del secuestrado.
Al día siguiente, el vehículo que fue empleado en este atentado, un White Kia Picanto con matrícula LSO 471, fue encontrado abandonado en el distrito de Rebolo, al sureste de la ciudad. Este hallazgo fue un indicio que las autoridades comenzaron a investigar, con la esperanza de que aportara alguna pista sobre la ubicación de Narváez y la identidad de sus captores.
Sin embargo, diez días después de su secuestro, se encontraron restos del cuerpo de Narváez Gutiérrez en áreas rurales del Corregimiento de Palermo con el municipio de Sititionuevo, en el departamento de Magdalena. Este desgarrador descubrimiento subrayó la tragedia del caso y la desolación que sentía su familia.
El hombre fue secuestrado el 15 de abril por la tarde. Imagen de referencia. Foto:Istock
La familia no excluye la extorsión
Desde el momento del secuestro, la familia de Narváez Gutiérrez había alertado a Gaula de la policía metropolitana de Barranquilla, quien rápidamente inició una investigación en un intento por encontrar al ex funcionario. La preocupación de la familia era evidente, dado que el carácter abrupto del secuestro sugería un posible trasfondo de extorsión.
Un aspecto que sus familiares señalaron es que los secuestradores nunca establecieron contacto para exigir un rescate, lo cual es inusual en estos casos. Esto posiblemente ocurrió porque Narváez no tenía un teléfono móvil en su poder en el momento del secuestro, lo que dificultó la comunicación entre los delincuentes y la familia. Alternativamente, otro factor a considerar es la presión ejercida por las fuerzas de seguridad, lo que podría haber llevado a una resolución fatídica.
El cuerpo del contador fue encontrado en las zonas rurales de Palermo en Sititionuevo (Magdalena) Foto:Tomado de las redes sociales
Somos muy inciertos, desafortunadamente el sistema judicial, que responde muy lentamente a las pruebas.
Marian NarváezHija de la víctima
Una de las hijas del contador público expresó su profunda preocupación por la creciente incertidumbre en torno al caso, así como la aparente lentitud del sistema judicial en su respuesta a las acciones de los grupos criminales en Barranquilla. Marian Narváez enfatizó cómo esta situación ha contribuido a un trágico desenlace para su padre.
Expresó: «Somos muy inciertos, desafortunadamente el sistema judicial responde lentamente a los procesos que la policía debe llevar a cabo. Lamentablemente, las redadas y las operaciones fueron muy lentas. Las órdenes que se dictaron fueron casi instantáneas, pero siempre parece que la policía estaba buscando en un lugar equivocado.» Ella continuó diciendo que la incertidumbre en su ciudad es increíblemente alta y que se necesita un enfoque más agresivo y veloz por parte de las autoridades en este tipo de situaciones.
Hasta el momento, las autoridades no han emitido declaraciones formales respecto al caso ni sobre la responsabilidad de los secuestradores. La familia espera respuestas.
Recomendamos:
Colombia en 5 minutos Foto:



