El producto bruto interno de la economía más grande del mundo cayó un 0.3 por ciento en el primer trimestre de este año, tras un incremento del 2.4 por ciento en los últimos tres meses de 2024. El magnate señalado hizo responsable a la oferta en esta situación.
Durante los primeros tres meses de este año, la economía estadounidense enfrentó una disminución significativa. Según los datos emitidos el miércoles, esta caída se produjo principalmente debido a un aumento en las importaciones antes de la implementación de los impuestos aduaneros impuestos por Donald Trump. El ex presidente, en un intento por justificar la situación, responsabilizó a su predecesor, el demócrata Joe Biden, pidiendo a los ciudadanos “paciencia”. En su discurso, afirmó que «cuando comience el auge, será como nadie más» y prometió un resurgimiento económico. Esta es la primera contracción en el PIB estadounidense desde el primer trimestre de 2022, cuando el crecimiento fue del 1 por ciento en términos anuales.
El PIB de la economía más grande del mundo experimentó una caída del 0.3 por ciento anual en el primer trimestre, esto después de haber incrementado un 2.4 por ciento en el cierre de 2024, según las estimaciones del Departamento de Comercio de los Estados Unidos. Los analistas habían pronosticado un crecimiento del PIB del 0.4 por ciento, según las fuentes de información. «El verdadero caso del PIB durante el primer trimestre refleja una recuperación en las importaciones, una desaceleración en el gasto del consumidor y una disminución en el gasto público», señaló el Ministerio de Comercio.
Trump culpa a la oferta y pregunta «paciencia»
Las cifras fueron publicadas en el día 101 del segundo mandato de Trump. Durante este tiempo, anunció una serie de aranceles que provocaron una gran incertidumbre a nivel global. En marzo, impuso tarifas elevadas sobre productos de sus principales socios comerciales, con el objetivo de renegociar tratados comerciales. Esto provocó una inestabilidad en los mercados financieros, alcanzando niveles de volatilidad no observados desde la pandemia de Covid-19.
No obstante, Trump culpó a su predecesor, el demócrata Joe Biden, de las cifras negativas anunciadas. «No asumí el cargo hasta el 20 de enero», declaró Trump a través de su plataforma de redes sociales. “Pronto, los aranceles comenzarán a dar resultados y las empresas empezarán a mudarse a Estados Unidos en números récord. Nuestro país prosperará, pero debemos deshacernos del lastre que nos dejó”, insistió el republicano.
“Esto toma un tiempo; no tiene nada que ver con los aranceles, solo que nos dejó con cifras negativas, pero cuando comience el auge, será sin igual”, agregó Trump. En una reunión de gabinete posterior, mostró optimismo y expresó que China enfrentaba una situación opuesta, describiendo cómo las fábricas estaban «cerrándose» debido a la falta de demanda por sus productos. «No quise que esto sucediera», comentó el republicano, quien luego mostró aprecio hacia su socio chino, Xi Jinping, esperando llegar a un acuerdo con Beijing.
La oposición demócrata sostiene que la economía estadounidense se encuentra en una senda de desastre. «Donald Trump debe reconocer su fracaso, cambiar su rumbo e inmediatamente decir adiós a su equipo económico», subrayó el líder de la oposición en el Senado, Chuck Schumer. También se examina la confianza del consumidor estadounidense, un factor clave del PIB, puesto que varios indicadores recientes sugieren que esta ha caído drásticamente.
Tras los inusuales movimientos del mercado durante abril, el presidente anunció una pausa de 90 días en el aumento de tarifas aduaneras dirigido a numerosas naciones, con el objetivo de permitir negociaciones. Para la mayoría de estos países, mantuvo un arancel del 10 por ciento. Trump también reveló medidas específicas para sectores como el acero, el aluminio y los automóviles, que no se fabricaron localmente. Las nuevas tarifas estadounidenses alcanzaron hasta el 145 por ciento para diversos productos provenientes de China, lo que llevó a Beijing a responder con aranceles del 125 por ciento sobre las importaciones estadounidenses.
¿Riesgo de recesión?
A pesar de la percepción de Trump, la amenaza de una recesión en Estados Unidos parece inminente. El FMI elevó del 25 al 40 por ciento el riesgo de contratiempos económicos para la nación, en gran medida debido a la guerra comercial orquestada por la administración, aunque el economista principal de la organización, Pierre-Liv ier Gourinchas, aclaró que el peligro no es inmediato. «No prevemos una recesión en nuestras proyecciones», aseguró.
El FMI pronosticó un crecimiento del 1.8 por ciento, un punto menos que el registro de 2024, y nueve décimas por debajo de la estimación anterior publicada en enero. Por otro lado, el desempleo en Estados Unidos aumentó en una décima de punto en marzo, situándose en un 4.2 por ciento con la creación de 228,000 empleos, según la BLS (Oficina de Estadísticas Laborales). Además, el índice de costos personales del consumidor cerró marzo con un aumento del 2.3 por ciento en comparación anual.
En el análisis mensual, los precios se mantuvieron estables, a diferencia del incremento del 0.4 por ciento del mes anterior. Este es un dato crucial para la Reserva Federal (Fed) al momento de tomar decisiones sobre política monetaria, considerando también la inflación subyacente, el índice de desempleo y el PIB. Trump mantuvo un fuerte desacuerdo con el director de la Fed, Jerome Powell, y repitió sus críticas el martes, incluso amenazando con despedirlo, algo que, de acuerdo a la ley, no se permite.



