Teherán exige que las sanciones se deroguen y el cese de la «amenaza militar» como una condición para proceder en el diálogo en su programa de energía nuclear.
Irán confirmó el martes que continuará Llamar sobre su Programa central con EE.UU. Sin embargo, reiteró que las conversaciones se llevarán a cabo de forma indirecta, a pesar de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció la posibilidad de mantener contactos directos. En estas negociaciones serán parte el Ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abás Araqchí, y el enviado especial de EE.UU para Medio Oriente, Steve Witkoff. Este proceso se desarrollará el sábado en Omán, con la mediación del Ministro de Relaciones Exteriores, Badr bin Hamad Al Busaidi.
Araqchí enfatizó el martes que un acuerdo sobre el programa nuclear iraní es posible siempre que Washington demuestre la voluntad política necesaria durante las conversaciones. «Si la otra parte tiene suficiente voluntad, es posible un acuerdo. Esto representa tanto una oportunidad como una prueba. La pelota está en el campo de los Estados Unidos«, afirmó el Ministro de Relaciones Exteriores iraní en su cuenta de X.
El principal objetivo de Teherán sigue siendo la eliminación de las sanciones impuestas por Washington, recordando que estas fueron reactivadas por Trump en 2018, lo que llevó a una crisis económica en Irán.
El presidente de los Estados Unidos sorprendió el lunes al anunciar que su administración estaría dispuesta a abrir conversaciones con Irán en el contexto de una reunión en la Casa Blanca con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, considerando a Irán como un enemigo sobresaliente. «Estamos unidos en la causa de evitar que Irán obtenga armas nucleares. Si se puede lograr diplomáticamente, que eso se haga, como en Libia, Irán no debería poseer armas nucleares«, declaró Netanyahu tras su reunión, según informó la agencia de noticias del primer ministro israelí.
Un formato «estratégico»
Trump había insistido en que las conversaciones con Irán serían «directas«, pero Araqchí dejó claro que sus negociaciones con el representante estadounidense para Medio Oriente se llevarán a cabo de manera indirecta mediante un mediador. Además, subrayó que para Irán, lo esencial no es el formato de las negociaciones, sino la eficacia de las mismas.
«El formato para las negociaciones no es lo más importante. Lo relevante es si son efectivos o no», comentó Araqchí en una entrevista con la televisión estatal iraní. A su juicio, la forma indirecta puede resultar más eficiente porque facilita la posibilidad de tener una «conversación real y efectiva» entre las partes. Además, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán expresó confianza en Omán como un mediador, destacando su buena historia en la resolución de conflictos internacionales.
“Optar por negociaciones indirectas no es una táctica ni un reflejo de la ideología, sino una decisión estratégica basada en la experiencia”, escribió el ministro en un artículo publicado en el periódico Washington Post el martes.
Araqchí también explicó que existe una considerable desconfianza entre ambas naciones y que persisten «serias dudas sobre la sinceridad de la intención» de la administración de Trump, que ha implementado una política de máxima presión sobre el país persa. Irán prefiere la diplomacia, pero sabe cómo defenderse, dijo el ministro.
«El modelo de interacción que proponemos no es nuevo. El propio Estados Unidos participó en conversaciones indirectas entre Rusia y Ucrania, en un conflicto mucho más intenso y complejo», agregó. Araqchí recordó su propia experiencia en negociaciones indirectas con Estados Unidos en 2021 para revivir el pacto nuclear, un proceso que consideró «productivo» a pesar de que finalmente fracasó por la «falta de determinación real» de la administración del ex presidente, Joe Biden.
«Gran peligro»
El Ministro de Relaciones Exteriores de Irán subrayó el martes que es necesario que Trump abandone la «amenaza militar» antes de que puedan avanzar en conversaciones sobre su programa de energía nuclear. Teherán se niega a ceder ante un mecanismo de «restricción«, considerando que no se acerca a una resolución pacífica. Para avanzar hoy, primero debemos convenir que no puede haber una «alternativa militar», ni mucho menos una «solución militar«, escribió Araqchí en su perfil de X la semana pasada.
A pesar de que Trump expresó su deseo de llegar a un acuerdo durante su reunión del lunes en la Oficina Oval, también advirtió que la República Islámica estaría «en gran peligro» si las conversaciones no prosperan. Reiteró que un acuerdo diplomático «sería preferible», en clara alusión a una posible acción militar contra Irán, un país que actualmente no mantiene relaciones diplomáticas con los Estados Unidos.
Este anuncio llega tras el rechazo de Irán a la propuesta de negociaciones directas para participar en un nuevo acuerdo sobre sus actividades nucleares, calificándolo de «innecesario». Durante su primer mandato, en 2018, Trump retiró a los Estados Unidos del acuerdo anterior, lo que generó especulaciones sobre posibles ataques contra las instalaciones iraníes.
Trump envió cartas a los líderes iraníes solicitando abrir negociaciones sobre su programa de energía nuclear. Sin embargo, paralelamente, amenazó con bombardear Irán mientras mantuvo su postura diplomática y implementó sanciones adicionales contra su sector petrolero. En respuesta, Teherán anunció el 26 de marzo que solo está dispuesto a dialogar de manera pista con Washington, dadas las amenazas militares del presidente de los Estados Unidos y su involucramiento directo en la venta de petróleo iraní.
Por otro lado, Irán ha sostenido que su programa nuclear está destinado a «fines civiles» y ha rechazado las acusaciones sobre el desarrollo de armas nucleares. Irán ha advertido que no buscará desarrollar armas nucleares a menos que se vea forzado a ello por un ataque estadounidense, como expresó el lunes Ali Larijani, un consejero del líder supremo de la República Islámica, el Ayatollah Ali Jameei.



