Las lluvias torrenciales, acompañadas de vientos intensos y deslizamientos de tierra, continuaron afectando a los departamentos de Huli y Tolia durante el mes de abril. Las capitales de estos departamentos, Neiva e Ibagué, así como varios municipios aledaños, se enfrentaron a varias dificultades, particularmente en las carreteras que sufrieron serios daños a causa de los deslizamientos de tierras.
En la ciudad de Neiva, la intensidad de los aguaceros fue notable, presentándose casi a diario. Esto resultó en la caída de árboles y numerosas inundaciones en varios sectores de la capital del Huila.
La oficina de gestión de riesgos de Neiva informó que, en la intersección de la quinta carrera con la calle 21, un árbol de gran tamaño se derrumbó sobre varios vehículos estacionados, causando serios daños materiales.
Una situación similar ocurrió en la isla y la primera carrera de la calle 2, donde los vehículos quedaron atrapados debido a la caída de árboles sobre las vías urbanas. Estas circunstancias han obligado a las autoridades locales a establecer medidas de emergencia.
Las lluvias y deslizamientos de tierra continúan causando estragos en abril en los departamentos de Huli y Tolia. Foto:Oficina del Alcalde de Neiva
La gestión de riesgos también ha declarado que se están llevando a cabo intervenciones específicas en áreas afectadas por deslizamientos y en viviendas con problemas de inundación, particularmente en la granja social, donde un puente colapsó, así como en la isla, donde las lluvias provocaron el taponamiento de vías principales.
Se reportaron tres personas heridas y daños materiales en seis vehículos y dos motocicletas, según lo informado por los bomberos oficiales. Hicieron un llamado a la comunidad para que informe sobre situaciones de emergencia a los números de ayuda 119 y 123.
«Tuvimos que integrarnos en el grupo de emergencia para lidiar con las inundaciones y con la tarea de retirar los árboles caídos de las carreteras principales», indicaron los bomberos.
Las intensas lluvias de la última semana también provocaron situaciones de crisis en varias áreas. Foto:Defensa civil
Los bomberos también anunciaron situaciones de emergencia en la Avenida Circunvalar, cerca del Puente El Tizón, así como en el barrio Mercedes Las, que incluye residencias en el norte y en el sector de los mártires.
Inundaciones en Ibagué
La ciudad de Ibagué ha experimentado las consecuencias de esta temporada de lluvias, donde un suceso trágico se registró hace unos días en la Avenida Mirolindo, provocando la muerte de un joven.
Durante uno de los aguaceros, el joven fue arrastrado por la corriente, encontrando su cuerpo atrapado bajo un vehículo, sin posibilidad de rescate a tiempo.
Neiva e Ibagué son las capitales que han sufrido mayores estragos. Foto:Fireles de Ibagué
Las lluvias de esta semana causaron inundaciones similares en las calles y carreteras, y varias zonas y caminos del municipio se han visto comprometidos.
«Nos inundamos y el agua causó grandes daños en nuestras casas», dijeron algunas amas de casa que se encontraban en la zona norte de la ciudad.
Las situaciones más críticas se vivieron en el cañón de Copbeim, una región turística que ha sido severamente afectada por deslizamientos de tierra y la caída de árboles, lo que generó congestión vehicular.
Llamado de Cortolim
Respecto a la situación en los municipios vecinos, la Corporación Regional de Tolima Autónoma (Cortolima) anunció que se emitió una alerta roja para 18 poblaciones debido al riesgo persistente de deslizamientos de tierra.
Las condiciones invernales también han generado crisis en 11 de los 29 municipios del departamento del Meta. Foto:Meta
Los municipios afectados que están bajo alerta roja incluyen Chaparral, Ataco, Coyima, Conday, Fresno, Herveo, Icononzo, Natagaima, Pladas, Prado, Purificación, Rioblanco, Villa Hermosa, San Antonio, San Luis, Mariquita y Villárica. La comuna de Líbano se mantiene bajo un decreto de calamidad pública debido a la grave crisis en sus caminos y riachuelos.
Desde Cortolima se hace un llamado a los comités municipales de gestión de riesgos para que estén preparados y monitoreen sus territorios, ya que se prevén crecidas repentinas, fuertes lluvias, tormentas eléctricas y otros fenómenos que podrían causar daños en la infraestructura, los ecosistemas y la comunidad en general.
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