La Fiscalía General presentó cargos la jueza del Tribunal Administrativo del Atlántico Judith Inmaculada Romero Ibarra, el exjuez Luis Carlos Martelo Maldonado y el exabogado Simón Miguel Ackerman Sánchez por presunta participación en actividades ilícitas que, según la Fiscalía, permitieron la venta de dos propiedades de alto valor ubicadas en el corredor vial Barranquilla-Puerto Colombia.
Los hechos examinados se remontan a los años 2009 y 2010, cuando se aprobaron resoluciones en las que no existían medidas para evitar la extinción de la propiedad que se encontraba vigente desde hacía más de tierras llamadas Cuba y Casablanca.
Procuraduría General de la República. Foto:Oficina del Fiscal General
De acuerdo a Fiscalíalos tres funcionarios permitieron la comercialización directa de los inmuebles a pesar de existir órdenes judiciales que restringían cualquier actividad en los mismos. La transacción, según la hipótesis de la investigación, no sólo se realizó en violación de la normativa aplicable, sino que se realizó por valores que diferían del precio real de mercado.
Se negociaron propiedades valoradas en más de 36.000 millones de pesos por aproximadamente 3,5 millones de PLN. Esta significativa diferencia es uno de los ejes principales del caso, pues para la Fiscalía constituye un posible daño material en beneficio de particulares.
Estaban al tanto de las restricciones a la venta de inmuebles
En un comunicado oficial, la fiscalía explicó que las pruebas demostraron que tanto el juez de paz, el ex juez de paz y el ex fiscal conocían las restricciones legales sobre la propiedad y sin embargo consentieron en la continuación del operativo.
“Elementos de prueba relevantes obtenidos por el fiscal delegado en Corte Suprema «Están conscientes de que el entonces procurador, el ayuntamiento y el ex juez conocían las restricciones al inmueble, y sin embargo facilitaron la venta», afirmó la institución.
Hay muchos objetos de valor en el corredor que conecta a Puerto Colombia con Barranquilla. Foto:Cortesía de Carlos Maury
La investigación distingue dos situaciones concretas: en el caso del inmueble de Casablanca, esto se mantiene Se consolidaría una pérdida de capital cercana a los 20.000 millones de pesos, estar enHubo intentos de apropiarse de propiedades cubanas porque el daño económico no se había absorbido en su totalidad. La Fiscalía señala que ambos episodios comparten un patrón común: decisiones que, pese a advertencias y restricciones legales, respaldaron un negocio que nunca debió funcionar.
Acusación sobre Delitos de estafa en la operación y malversación por apropiacióny se basa, según la Fiscalía, en la presunta participación directa de personas involucradas en actos violatorios de la ley, dando apariencia de legalidad a un acuerdo que no cumplió con las condiciones mínimas legales. La investigación es de particular importancia para la administración de justicia ya que involucra a funcionarios judiciales y a un representante del Ministerio Público ya que revela posibles faltas de conducta de las autoridades.
Si bien la audiencia de acusación no constituye una declaración de responsabilidad, sí marca el inicio formal del proceso penal en su contra. Así lo anunció la fiscalía. Continuará la práctica de las pruebas. y que presentará nuevos elementos que, a su juicio, justificarán la hipótesis de que los funcionarios actuaron en contra del interés del Estado y de los principios que rigen la administración pública.



