El segundo tribunal disuelto en la región de Villanueva, ubicada en La Guajira, ha tomado una decisión de primera instancia en relación a un caso relevante. En este caso, se dictó una sentencia contra José Amiro Morón Núñez, quien ha sido considerado culpable de participar en actos de fraude relacionado con los subtítulos de tarjetas. Estos incidentes sucedieron durante las elecciones de la ciudad en el año 2015, donde Morón Núñez fue elegido por primera vez como alcalde de La Jagua del Pilar.
El juez que dictó la sentencia, Cristian Camilo López Pontón, decidió imponer a Morón Núñez una penalización principal de 100 meses de prisión. Adicionalmente, se ordenó la ejecución de una orden de intercepción inmediata para garantizar su disponibilidad ante las autoridades.
Sin embargo, el juez también otorgó a Morón Núñez, conocido como «Machor Moróna», el beneficio de una prisión domiciliaria en su comuna, debido a su condición como principal imputado. Las condiciones impuestas incluyen el uso de un dispositivo de supervisión electrónica y la obligación de pagar una fianza equivalente a diez salarios mínimos del mes actual.
Este hecho no es menor, ya que la situación en la comuna está marcada por la actividad electoral inusual que se desarrolla en el sur de La Guajira. Este proceso ha sido influenciado por la reciente decisión del Consejo de Estado que declaró la invalidez de la elección de José Amiro Morón Núñez para el periodo 2024-2027 en La Jagua del Pilar.
«La oficina toma en cuenta la posibilidad de que este ciudadano continúe incurriendo en comportamientos ilícitos en un contexto electoral extraordinario, evidenciado por los delitos cometidos anteriormente», afirmó el veredicto del tribunal.
Además de la sentencia principal, se impuso a Morón Núñez la descalificación de sus derechos públicos y funciones por un periodo igual a la duración de la pena principal dictada. También se estableció una sentencia de efectos criminales a su favor, relacionada con delitos como el concierto para delinquir, la corrupción en el sufragio y otros delitos electorales.
José Amiro Morón Núñez, ex alcalde de La Jagua del Pilar. Foto:Cortesía
Sobre los hechos que llevaron a sus creencias
La fiscalía de la nación ha acusado a Morón Núñez, quien era secretario del Tesoro de Jagua del Pilar durante los eventos, de estar involucrado en una organización criminal que se dedicaba a restringir a los contratistas y alterar los mecanismos de participación democrática.
Esta estructura ilegal, que incluye a funcionarios públicos y otros individuos, llevó a cabo una estrategia sistemática para asegurar la elección de Morón como alcalde en el periodo 2016-2019. Entre las maniobras identificadas, se detectaron registros fraudulentos de ciudadanos externos a la comuna y la entrega de incentivos económicos a votantes.
Según la evidencia presentada durante el juicio, entre 2014 y 2015, esta organización criminal trasladó jóvenes desde Valledupar, Villanueva y Urumity hasta La Jagua del Pilar. A pesar de que muchos de estos individuos no eran residentes de la comuna, se les ofreció dinero, becas educativas y oportunidades laborales a cambio de su registro electoral y voto por Morón.
Los pagos por cada registro y voto variaron entre 100,000 y 200,000 pesos. Los testimonios de diversas víctimas y colaboradores protegidos corroboraron que las transferencias se realizaban en autobuses proporcionados por la organización, con una movilización masiva el día de las elecciones.
El proceso penal contra Morón Núñez se extendió durante varios años debido a múltiples deferencias y disputas sobre la competencia judicial. No obstante, el tribunal determinó que existía evidencia suficiente que respaldaba la participación activa de Morón en estos eventos irregulares.
La Fiscalía presentó durante el proceso oral testimonios de ciudadanos que fueron directamente reclutados, quienes utilizaron su identificación y votaron a favor de Morón. El testimonio de Ottooniel Pinto Lago, quien era concejal en ese momento, resultó ser crítico. Pinto relató cómo fue testigo de la transferencia masiva de personas de municipios cercanos, quienes fueron registrados de manera injusta como votantes en La Jagua del Pilar.
Muchos de estos nuevos votantes eran firmantes por primera vez y no tenían ninguna relación con la localidad. Además, Pinto condenó actos coercitivos hacia los contratistas que se vieron obligados a apoyar la campaña de Morón y de otros candidatos del consejo bajo la amenaza de perder contratos públicos. Fue junto al concejal Wilmar Arment, el abogado Iván Francisco Martínez, que formalizó las quejas ante la fiscalía.
Wilmar Arment, quien también fue concejal en ese período, apoyó las denuncias presentadas ante las autoridades, afirmando que los recursos logísticos para estas actividades de transhumancia electoral provienen de la administración municipal.
Plaza central de La Jagua del Pilar. Foto:Cortesía
Por su parte, la defensa de Morón Núñez intentó argumentar acerca de la prescripción de ciertas obligaciones y solicitó la absolución de su cliente, alegando la falta de pruebas sólidas y señalando que varios testigos eran opositores políticos.
Sin embargo, el Tribunal desestimó estos argumentos, indicando que la sentencia solo abarcó delitos relacionados con el concierto para delinquir, la corrupción electoral y otros delitos conexos; no así el fraude en el registro de tarjetas, cuyos procedimientos penales se extenderán hasta 2028.
Como resultado, el juez decidió condenar a José Amiro Morón Núñez por el delito de fraude en el registro de tarjetas electorales en circunstancias agravantes, rechazando la responsabilidad penal por otros crímenes mencionados en las acusaciones. El veredicto afirmó que Morón actuó deliberadamente, violando la confianza pública y perjudicando los principios democráticos fundamentales.
Eliiana Mejía Ospino
Especial a tiempo
Riohacha



