
Durante dos décadas, las memorias USB, también conocidas como pendrive, fueron el dispositivo ideal para transportar documentos entre el trabajo y el hogar.
Estos dispositivos portátiles hicieron que guardar proyectos universitarios y compartir fotografías familiares fuera muy sencillo. Es una costumbre que está cambiando radicalmente.
Hoy en día, las unidades flash USB han pasado de ser herramientas esenciales a reliquias tecnológicas. Han sido sustituidos por sistemas más modernos, más rápidos y seguros y se les han asignado usos cada vez más específicos respecto a soluciones como los servicios en la nube. memoria, proporcionó una mayor compatibilidad entre sistemas operativos y eliminó la necesidad de instalar software específico.
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Esta es una de las formas más tradicionales de transportar datos. Foto:iStock
La movilidad física marcó el desarrollo de toda una generación. Simplemente lleve una unidad USB en su llavero para presentar fácilmente un informe, instalar un sistema operativo o compartir archivos grandes, incluso sin acceso a Internet.
Pero este panorama empezó a cambiar a medida que aumentaron las demandas tecnológicas. Imágenes y vídeos en 4K, archivos multimedia de gran tamaño y requisitos de velocidad que las memorias USB ya no pueden cumplir. El retroceso del pendrive respecto a otras soluciones tiene causas claramente identificables.
El primer punto importante es la capacidad de almacenamiento. Aunque los modelos más habituales ofrecen entre 64 y 512 GB, esta capacidad no es suficiente para grandes cantidades de datos profesionales, copias de seguridad completas o grabaciones en alta resolución. Aunque existen unidades USB de hasta 2TB, sus precios no son muy competitivos comparados con opciones como las unidades SSD externas.
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Estas tarjetas pueden ser adecuadas para teléfonos móviles, ordenadores y cámaras. Foto:iStock.
En segundo lugar, la velocidad de transmisión se ha quedado atrás. La mayoría de las memorias USB dependen del almacenamiento flash de gama baja, lo que significa que copiar archivos grandes puede llevar unos minutos.
Mientras tanto, los SSD portátiles con puertos USB-C o Thunderbolt son capaces de transferir los mismos archivos en segundos.
La tercera gran desventaja es la compatibilidad de puertos. El tradicional USB-A está empezando a desaparecer de los dispositivos modernos y está siendo sustituido por el estándar USB-C. Con computadoras portátiles ultradelgadas e incluso algunos dispositivos Apple que renuncian a las conexiones físicas tradicionales, conectar una memoria USB puede resultar imposible o inconveniente.
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La obsolescencia de las memorias USB no se debe únicamente a motivos técnicos. La seguridad se ha convertido en un importante factor de riesgo, especialmente en entornos empresariales e institucionales. El factor físico se convierte en un punto débil: la facilidad con la que se pierde o roban una memoria USB hace que los datos almacenados sean un blanco fácil.
Asimismo, el almacenamiento USB es susceptible de sufrir daños por un uso excesivo, acortando su vida útil y aumentando la probabilidad de fallos irreparables.
Pero los riesgos informáticos van aún más allá. Los USB se utilizan como vectores de malware, lo que facilita el transporte accidental (o intencional) de software malicioso entre sistemas. Este punto es particularmente crítico en redes o servidores con información sensible. Las alternativas que sustituyen a las unidades USB.
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A medida que los pendrive se vuelven menos populares, van surgiendo alternativas más avanzadas y versátiles. Las unidades SSD externas encabezan la lista de dispositivos de reemplazo: permiten procesar grandes cantidades de información mucho más rápido que las memorias USB tradicionales.
Otro recurso en crecimiento son las tarjetas SD y microSD, particularmente debido a su tamaño compacto, bajo precio por gigabyte y alta compatibilidad con entornos profesionales como cámaras, drones y computadoras portátiles.
Sin embargo, el cambio más grande y visible es la consolidación del almacenamiento en la nube. Plataformas como Google Drive, Dropbox, iCloud y OneDrive le permiten acceder y compartir archivos en tiempo real desde cualquier dispositivo conectado a Internet.



