Un hombre con su rostro completamente cubierto exigió a una docena de jóvenes que se encontraban en una habitación sin posibilidad de escapar, debido a que las ventanas estaban selladas y la única salida estaba fuertemente resguardada. Les obligó a entregar sus pasaportes y teléfonos celulares.
A partir de ese momento, a finales del año pasado, comenzó la pesadilla más terrible para Lady, una joven de Cali que solo deseaba encontrar un trabajo. Con 21 años, madre de un niño pequeño y con estudios intermitentes hasta octavo grado, su futuro parecía sombrío.
Lady, quien vive en uno de los distritos más humildes al este de la capital del valle, se encontraba sumamente preocupada porque las ventas de comida realizadas por su madre no eran suficientes para sostener a ambas y a su pequeño hijo.
Buscando en las redes sociales, encontró una oferta que rápidamente le resultó tentadora. En Facebook, le ofrecieron un aparente trabajo de camarera en España.
Su historia
A pesar de que nunca había salido de Cali debido a su situación económica, la oferta se quedó grabada en su mente ya que incluía boletos de avión, alojamiento y comida. Lo más atractivo de todo era el salario, que era de aproximadamente 3000 euros, equivalentes a más de 14 millones de pesos colombianos.
«Facebook ofrecía la posibilidad de trabajar en otro país, específicamente en España, en Valencia. Lo presentaron como una oportunidad milagrosa. Buscaban mujeres para trabajar como camareras en restaurantes y hoteles», relata Lady, quien no puede evitar repetir que lo más difícil para ella era separarse de su hijo y de su madre. «Era algo que debía enfrentar cuando hubiera trabajado en España», menciona. A pesar de tener dudas, no vaciló, pues conocía historias de vecinos y otras personas que habían viajado al país ibérico en busca de un futuro mejor. Eso la motivó a dar el paso.
Operaciones contra colombianos, especialmente mujeres en España. Foto:Policía en España, entregada por Personería de Cali
Al principio, Lady trabajaba como camarera. Pasaron dos semanas y todo parecía ir bien. A otras mujeres jóvenes, se les transportaba desde su hospedaje al lugar de trabajo. Todo parecía normal, excepto por un hombre vestido de negro que les impedía ver su rostro y les hacía entregar documentos y teléfonos. Este fue el comienzo de un tormento inimaginable.
Lady comentó que no salían de la casa, y no tenía ideas de lo que estaba sucediendo, ya que permanecían confinadas en una habitación con escasos recursos, durmiendo todas en una sola cama y siendo trasladadas a otra vivienda sumamente custodiada.
En la casa había un comedor, pero Lady se dio cuenta de que había más mujeres encerradas en un enorme inmueble, que estaban en áreas separadas.
Tortura
«Todo este tormento comenzó. No nos dejaron regresar. No era la misma casa en la que dormíamos antes. Me aterra pensar que nos iban a explotar sexualmente. La única cosa que me mantenía en pie era pensar en mi hijo.
«Nos alimentaban, pero solo si trabajábamos. Desayuno y almuerzo estaban asegurados, pero la cena era un lujo que nos negaban. Había que trabajar toda la noche hasta el amanecer. Nos maltrataban cada día. Me golpearon porque me negué a cumplir con sus órdenes. Sentí como si me rompieran la mandíbula de tanto golpearme.
La tortura continuó. «No sabíamos si pasaba un día, una semana o un año. Perdimos completamente la noción del tiempo. Ni siquiera sabía cómo estaban mi madre y mi hijo en casa».
Mientras tanto, la madre de Lady, que residía en el barrio Aguablanca de Cali, en la Comuna 14, buscaba desesperadamente alguna forma de localizar a su hija. Dada la falta de respuesta en los teléfonos, presentó una denuncia sobre la desaparición de Lady ante las autoridades de Cali, las cuales comenzaron a investigar las quejas sobre mujeres desaparecidas que habían viajado a España.
«Pensaba constantemente en mi hijo. Intentábamos comunicarnos con nuestras familias todo el tiempo, deseando que pudieran hacer algo. Lo digo con miedo, solo comentamos poco porque estábamos amenazadas”, explica Lady.
Finalmente, este año, lo que parecía un milagro se hizo realidad. La policía en España llegó a la casa donde mantenían a las jóvenes cautivas. «Nos dijeron que íbamos a estar seguras, que nos protegerían y nos llevarían de regreso». Sí, había milagros, repite Lady. «Hicimos una escala en Bogotá. La policía estaba al tanto de nuestro caso», agrega.
Lady finalmente se reunió con su hijo y su madre en su hogar en Aguablanca, gracias a la intervención del personal de Cali.
Sin embargo, confiesa que siente miedo de salir. «Estoy en terapia. La ayuda psicológica me apoya, pero no confío en nadie. Tengo miedo de salir a la calle. Pero debo encontrar trabajo para mi hijo, mi madre y para mí. Quiero terminar mis estudios, me gustaría graduarme. Aspiro a trabajar en el área social para ayudar a quienes se encuentran en situaciones similares”, menciona Lady.
Según la Personería de Cali, la Guardia Civil de España logró rescatar a 42 mujeres colombianas entre mayo y septiembre de 2024, incluyendo a Lady.
De acuerdo con el personal de Cali, Gerardo Mendoza, quien fue engañado y trasladado a España bajo promesas falsas, resalta que desde el año pasado esta unidad ha estado formando alianzas con las autoridades españolas para combatir el tráfico de personas, en especial colombianas, que se ven explotadas con fines de prostitución.
Alianza entre los españoles y Cali
Lady estaba en Palma de Mallorca, una hermosa ciudad en el Mediterráneo occidental, a unos 250 kilómetros al este de la península ibérica.
Antes de este panorama, la Personería de Cali anunció que esta instancia fortalecería la cooperación técnica y operativa entre las instituciones, que incluiría la participación de organizaciones clave como la Fiscalía General, la Policía Nacional de Colombia, la Guardia Civil Española y la Organización Internacional de Migración (OIM).
«La creación de una mesa técnica entre Cali y Palma de Mallorca es un paso importante para prevenir la explotación y tratar la problemática del tráfico de mujeres, considerando las relaciones históricas de migración entre nuestras ciudades», explica Mendoza.
Anna Milanen, defensora de los ciudadanos de Palma de Mallorca, celebró la iniciativa y subrayó la importancia de actuar de manera coordinada antes de que las redes criminales operen en la isla, que el año pasado recibió más de 15.3 millones de turistas.
«Es crucial compartir información estratégica sobre rutas, redes de recolección de deudas y estructuras que aprovechan la vulnerabilidad y necesidad económica de muchas mujeres que terminan siendo víctimas del tráfico humano», enfatiza el defensor europeo.
Las investigaciones revelan que estas organizaciones criminales capturan a sus víctimas principalmente a través de anuncios en Internet, ofreciéndoles falsas oportunidades laborales o promesas engañosas, lo que les permite atraer a mujeres que viven en áreas vulnerables y que enfrentan una grave situación económica.
Ambas entidades reafirmaron su compromiso en la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la trata de personas, priorizando la protección de las mujeres y la desarticulación de estas redes transnacionales.
Más sobrevivientes
De acuerdo con el gobierno del Valle, más de 69 personas han sido identificadas en los últimos dos años como sobrevivientes del tráfico humano. En 2022, se registraron 29 víctimas de esta inhumana práctica, la mayoría de ellas sometidas a explotación sexual.
Frente a esta situación, en el Departamento de Construcción del Plan de Acción Territorial, se iniciaron líneas de trabajo que transitan en coordinación con el Ministerio del Interior y la Organización Internacional de Migrantes.
«Este plan de acción abarca 38 municipios y en dos distritos especiales del Departamento del Valle (Cali y Buenaventura), y cuenta con el respaldo del alcalde de la ciudad para atender a todas las víctimas de la trata de personas», indicaron autoridades de la Secretaría de Seguridad y Convivencia Ciudadana del Valle.
«Este comité logró identificar, el año pasado, un total de 69 personas que han sobrevivido al tráfico humano, y se espera que continúen actuando de manera efectiva para garantizar la vida de todos los hombres y mujeres que pudieran llegar a ser víctimas de la trata de personas», indican las autoridades gubernamentales.
Rechazo del tráfico de mujeres. Foto:Tiempo de archivo
¿Dónde informar la violencia sexual?
Si usted o alguna mujer en su entorno es víctima de violencia psicológica, física, económica o sexual, puede comunicarse con la Línea Nacional 155.
Asimismo, puede presentar un informe en la oficina de la Fiscalía General llamando al número 018000919748, utilizando un teléfono móvil con el número 122 o en Bogotá al 601 5702000.
Una campaña contra la violencia sexual «No es hora de cerrar». Foto:Mauricio Leon
Si se encuentra en Bogotá, puede comunicarse con la línea púrpura de la Secretaría de la Mujer, al 018000112137.
En toda la metropolitana, puede informar sobre un caso de mala conducta a la patrulla de Puren, al 318 8611522.
Desde la Secretaría de Mujeres, Igualdad de Género y Diversidad Sexual del departamento, se han elaborado mecanismos para que las mujeres que sufren violencia sexual puedan acudir a las autoridades, y se han establecido protocolos de atención para abordar los casos de violencia mental, física y sexual.
También pueden recurrir a la oficina de la Fiscalía en situaciones de violencia física, sexual, paterna y psicológica; se brinda atención a través de servicios de salud institucional por violencia física, psicológica y sexual, así como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), para combatir la violencia contra menores y jóvenes.
Carolina Boorquez
Corresponsal de El Tiempo
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Veneno llamado plomo. Foto:



