La penalización arancelaria impuesta por Estados Unidos a China ha profundizado el riesgo de recesión global y podría poner en peligro la seguridad de Asia, a pesar de la aparente tregua en la guerra comercial con otras naciones.
Fecha: 10/04/2025. La Moratoria global de 90 días que el presidente Donald Trump ha otorgado a los aranceles comerciales estadounidenses ya ha comenzado a mostrar sus efectos negativos en la economía internacional. La aplicación de tarifas de hasta el 145% a los productos de origen chino ha generado una respuesta contundente desde Beijing, que ha implementado tarifas del 85% sobre los bienes estadounidenses. Esto es un claro indicativo de cómo la agresiva política económica de Trump está causando estragos en la economía global.
El conflicto comercial iniciado por Trump tiene a China en su punto de mira y incrementa significativamente el riesgo de una recesión global. La situación es especialmente crítica en el este de Asia, donde los intereses tanto geopolíticos como económicos de ambos países se cruzan. Sin un acuerdo pronto, el desastre puede ser inevitable, lo que afectaría no solo al comercio internacional, sino que también generaría un nivel de incertidumbre sin precedentes en la economía global y aumentaría la posibilidad de conflictos armados en esta región tan vital. Además, China podría aprovechar las tensiones en torno a Taiwán y la península coreana para desviar la atención y presionar a Estados Unidos en el ámbito económico, que es su mayor interés en política exterior.
Las tarifas sobre los productos chinos han alcanzado hasta el 145%.
La situación es alarmante, especialmente considerando que la última fase de la cruzada comercial de Trump contra China implicó un aumento de aranceles hasta el 145% sobre bienes importados desde China, que superan los 400 mil millones de euros. Sin embargo, Beijing no se quedó de brazos cruzados y ha establecido tarifas de hasta el 84% sobre productos estadounidenses, valorados alrededor de 130 mil millones de euros en 2024.
Aunque inicialmente se mencionó un aumento arancelario del 125%, la Casa Blanca precisó que este incremento incluye un 20% que se aplicará específicamente a productos relacionados con la crisis de exportación del fentanilo, una opioide que proviene de China.
En relación a esto, los mercados globales no parecen haberse recuperado del impacto que la guerra comercial está causando. El potencial desastre que se avecina es significativo si ambos países no logran sentarse a negociar pronto. Aunque los mercados celebraron la moratoria de tres meses en las hostilidades comerciales, así como la tregua de Trump con otras naciones, es evidente que la tensión sigue latente y puede estallar en cualquier momento.
Recientemente, Estados Unidos incrementó los aranceles al 125% en importaciones chinas, lo que llevó a Beijing a responder alzando sus tarifas sobre productos estadounidenses hasta el 86%. Este aumento del 145% en los aranceles a importaciones chinas está generando una gran preocupación en Asia y un sentido de precaución en otras partes del mundo.
El futuro crecimiento de la economía china se encuentra en peligro.
Los temores generados por las amenazas y las sanciones arancelarias impuestas por Trump han perturbado los mercados globales. Esto se ha visto incrementado por las represalias de otros países que están siendo afectados por estas políticas.
Jeffry Frieden, experto en ciencias políticas en la Universidad de Columbia, comentó al respecto en el Washington Post que: “Esta ronda de medidas unilaterales por parte de la administración Trump solo fomenta una necesidad de protegerse contra Estados Unidos. .
La estrategia de Trump podría estar facilitando la riqueza para sus amigos oligarcas.
Por último, Sanders enfatizó la importancia de «Eliminar el dinero de las grandes empresas del proceso político», advirtiendo que los intereses del capital poderoso podrían comprometer la democracia estadounidense.
En conclusión, la administración Trump está acelerando el proceso de descontento incluso entre sus aliados tradicionales, lo que podría tener repercusiones graves en la situación geopolítica global. El riesgo de una recesión mundial es inminente, y un informe de JP Morgan Chase sugiere que hay un 60% de posibilidades de que se produzca en Estados Unidos y, por ende, podría extenderse a otras regiones del mundo. Las turbulencias en los mercados financieros y los conflictos internos han dificultado que Estados Unidos evite una recesión, lo que podría intensificarse si las tensiones comerciales continúan sin resolverse.
Los desafíos en la relación entre Estados Unidos y China continúan apuntando hacia un conflicto geopolítico que tiene el potencial de escalar a niveles peligrosos. En lo que respecta a Taiwán, el tablero de juego está preparado para una confrontación que podría desatar una crisis militar si las tensiones económicas persisten durante un periodo prolongado.
Ambos países están armando su arsenal de medidas económicas, y aunque Estados Unidos tiene su estrategia, es importante reconocer que China también puede responder contundentemente. Se espera que el desarrollo de esta situación afecte no solo el comercio bilateral, sino que también pondrá en riesgo la estabilidad en el este de Asia y la seguridad en el ámbito global.



