El día lunes 21 de abril, Barranquilla se vio sacudida por un trágico y preocupante evento de violencia. Un ataque sicarial dirigido a Edgardo Fernández Martínez, quien es un funcionario de la Dirección Nacional de Impuestos y Aduanas (DIAN), tuvo lugar en plena luz del día, lo que generó inquietud no solo en la comunidad local sino también a nivel nacional, promoviendo así un debate sobre la seguridad y la integridad de los funcionarios públicos.
A pesar de que Los ataques móviles no son oficialmente identificados con los responsables, las investigaciones iniciales no descartaron la posibilidad de que dicho ataque se relacionara con el proceso disciplinario y criminal en el que Fernández está involucrado, relacionado con supuestas actividades de contrabando y lavado de dinero.
El incidente tuvo lugar en el exterior de un conocido almacén de cadenas en el norte de Barranquilla, donde, según declaraciones de testigos, Fernández se encontraba compartiendo un café con amigos cuando un individuo armado se acercó y le disparó de manera directa antes de huir del lugar. Posteriormente, fue trasladado de inmediato al Centro Médico local, donde se encuentra en un estado crítico, bajo observación médica, con un pronóstico reservado.
Inicio de la investigación
La policía metropolitana de Barranquilla ha comenzado a recolectar evidencia relacionada con el ataque, que incluye la revisión de cámaras de seguridad en el área circundante, entrevistas con testigos presenciales, además de realizar análisis forenses para determinar si el ataque fue un acto selectivo motivado por su trabajo en la DIAN.
El Director Nacional de la DIAN, Luis Eduardo Llinás, quien se encontraba en Barranquilla participando en un evento titulado «Aduanas, Misión Pública-Privada» organizando por Analdex, confirmó que Fernández estaba siendo investigado por supuestas acciones ilegales relacionadas con su cargo.
Lo que sucedió ayer exige una investigación rigurosa por parte de la Fiscalía, la policía y el CTI. Tengo entendido que el funcionario tenía pesquisas abiertas sobre lavado de dinero y ha sido analizado por esta situación.
Luis Eduardo Llinás
Director Nacional de la DIAN
Sin embargo, el director hizo hincapié en la importancia de respetar la presunción de inocencia mientras avanza la investigación. «Esperamos una pronta y satisfactoria recuperación para él. A pesar de que existen indicios, no podemos hacer conexiones sin evidencia sólida. Es crucial que la justicia cumpla con su deber», sostuvo.
Desafíos enfrentados por la unidad
Edgardo Fernández Martínez, Secretario de la DIAN
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Llinás tomó esta ocasión para hablar de manera franca sobre los obstáculos que enfrenta la DIAN en su lucha contra el contrabando y el lavado de dinero. Aceptó que existen funcionarios infiltrados por organizaciones criminales, refiriéndose a una conocida mafia que se hace llamar «papá Pitufo», la cual está implicada en actividades de contrabando en diversas regiones del país.
«Hay individuos deshonestos, que son una realidad a la que no podemos hacer caso omiso. Sin embargo, quiero enfatizar que ellos no son representativos de todos nuestros empleados. La DIAN cuenta con un equipo altamente capacitado y ético, aunque, por supuesto, existen profesionales que eligen servir a intenciones criminales», explicó.
Esta situación ha generado gran preocupación entre los empleados de la DIAN, quienes han expresado su temor a posibles represalias en sus funciones relacionadas con investigaciones o sanciones. Por lo tanto, la asociación de trabajadores de la entidad ha solicitado más garantías de seguridad, especialmente para aquellos que trabajan en áreas sensibles como control de aduanas y auditorías especiales.
Progresos en las hipótesis del ataque
Este es el edificio de la DIAN.
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Mientras tanto, la Fiscalía General de la Nación y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) están colaborando con la Policía para esclarecer lo sucedido. La línea de investigación que tiene más peso sugiere una posible conexión con actividades delictivas organizadas, considerando la naturaleza del trabajo que desempeñaba Fernández y las denuncias que habían sido interpuestas en su contra.
Este caso ha abierto un debate importante sobre la imperante necesidad de purificar las instituciones estatales, especialmente aquellas que manejan información confidencial y recursos estratégicos como el comercio exterior. El Director subrayó que la transparencia, el control interno y la protección de los funcionarios honestos son actualmente prioridades en la agenda de la DIAN, en un contexto donde la lucha contra el contrabando no se limita simplemente a puertos o aduanas, sino también se entrelaza con desafíos públicos sociales más amplios.



