Ricardo de Burgos Bengoetxea, quien ha sido designado para arbitrar la final de la Copa del Rey entre dos gigantes del fútbol, el Barcelona y el Real Madrid, ha hablado abiertamente sobre las presiones que ha enfrentado debido a la cobertura y el escrutinio mediático del canal oficial del Real Madrid. Esta situación no solo afecta su desempeño profesional, sino que también tiene un impacto significativo en su vida familiar, un aspecto que ha compartido durante una reciente conferencia de prensa.
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En el transcurso de su carrera, De Burgos Bengoetxea ha experimentado manifestaciones de presión antes de cada encuentro. A menudo, el canal de televisión del Real Madrid emite compendios que destacan las decisiones arbitrales erróneas que, según ellos, han perjudicado al equipo a lo largo del tiempo. La exposición constante a estas compilaciones genera un ambiente de tensión que es difícil de manejar para cualquier árbitro en la Liga Española.
«Es importante que la gente entienda cómo estos videos tienen repercusiones. Hay redes sociales donde las personas anónimas pueden insultar y amenazar sin ningún tipo de control», afirmó De Burgos Bengoetxea, quien expresó su preocupación no solo por su reputación profesional sino también por el impacto emocional en su familia, en especial su hijo.
El árbitro compartió una anécdota conmovedora sobre su hijo: «Cuando un niño va a la escuela y vuelve llorando porque otros niños le dicen que su padre es un ladrón, es una situación muy difícil de soportar. En mi caso, trato de enseñarle que su padre es una persona honesta, que existe la posibilidad de estar equivocado, al igual que cualquier deportista en su profesión. Mi mayor deseo es que, cuando ya no esté en este papel, mi hijo se sienta orgulloso de mí y de la labor que hice como árbitro».
En sus declaraciones, De Burgos Bengoetxea también hizo un llamado a una profunda «reflexión» sobre el estado actual del fútbol en España, sugiriendo que hay instituciones educativas que han optado por alejarse de estas presiones al punto que algunos niños ya no quieren hablar de fútbol en sus aulas, por miedo a las reacciones de compañeros y amigos.
Cabe destacar que la publicidad y los videos que emite TV Real Madrid, en los que buscan desacreditar a los árbitros antes de los partidos en los que su equipo compite, se producen cada semana. Estas prácticas han intensificado la presión sobre los oficiales de juego, lo que ha generado un ambiente ya de por sí tenso en el ámbito del arbitraje.
Desde febrero, la presión sobre De Burgos Bengoetxea ha aumentado notablemente, especialmente después de que el Real Madrid emprendiera una campaña de guerra institucional contra el arbitraje, al considerar que se encuentra «completamente desacreditado» y aludió a un «sistema corrupto» en respuesta a una serie de decisiones arbitrales que el club ha calificado de injustas en la Liga Española.
«Cuando un hijo tuyo va a la escuela y hay hijos que le dicen que su padre es un ladrón y llega a casa llorando que está muy jodido». Burgos Bengoetxea, árbitro de la final de la Copa del Rey, estaba entusiasmado en el medio de la conferencia de prensa. pic.twitter.com/lyitqcgcmn
– SportsCenter (@sc_espn) 25 de abril de 2025
Esta situación plantea importantes cuestiones sobre la ética en el deporte y la necesidad de considerar el bienestar de los árbitros y sus familias en medio de la intensa presión pública y mediática.
/ AFP



