El Consejo Electoral Nacional de Quito (CNE) concluyó el procesamiento del protocolo referente a las 24 provincias del país en el día de ayer, en relación con la segunda ronda de las elecciones. Estos resultados, que han otorgado la victoria a Daniel Novoa, continúan siendo objeto de controversia, especialmente por parte de Luisa González, quien representa al movimiento de los ciudadanos. Este ambiente de polarización y desconfianza en los resultados no es una novedad en la política ecuatoriana, donde las elecciones suelen despertar tensiones y desacuerdos.
De acuerdo con los datos proporcionados por el CNE, Daniel Novoa fue respaldado por un 55.62 por ciento de los votantes, mientras que Luisa González alcanzó un 44.38 por ciento. Este desempeño refleja el trabajo técnico eficiente realizado por el personal nacional del CNE, que ha permitido la entrega de resultados con notable rapidez y precisión. Tal eficiencia ha sido subrayada por los procesos de observación implementados para acompañar las elecciones de Ecuador 2025, destacando la labor del consejo en su cuenta en X, que ha sido fundamental para la transparencia del proceso.
No obstante, la Organización de Estados Americanos (OEA) ha señalado que la campaña estuvo marcada por condiciones de desigualdad. Se han indicado irregularidades, como el uso inadecuado de recursos públicos y de la maquinaria estatal para fines de propaganda proselitista. Además, surgieron signos de incertidumbre ocasionados por la falta de pronunciamientos claros y oportunos por parte del CNE y del Tribunal Contencioso Electoral (TCE) en torno a normativas críticas, que han alimentado las dudas sobre la legitimidad del proceso electoral.
El informe de la OEA, publicado el 11 de febrero, también destacó que el hecho de que Novoa no hubiera solicitado el permiso correspondiente durante estas elecciones afectó positivamente su campaña, pero a la vez debilitó la institucionalidad estatal. En este contexto, la recomendación fue establecer una regulación clara acerca de dicho permiso, pero hasta el cierre de la campaña, no se emitió un comunicado definitivo sobre este tema. El documento también mencionó la restricción del uso de teléfonos móviles durante la jornada electoral, una medida que, debido a la limitada capacidad operativa del CNE y a la inactividad del TCE, generó más confusión e incrementó la desconfianza entre los votantes en un momento crítico del proceso.
En el contexto actual, la organización Revolución Ciudadana ha expresado su desacuerdo y preocupación respecto a diversas restricciones impuestas tras la declaración del estado de emergencia 24 horas después de la votación, que han limitado derechos como el de la libre circulación, la correspondencia y la movilización de los ciudadanos.
A pesar de estas inquietudes, hasta ahora las autoridades del CNE no han abordado abiertamente estas críticas, mientras que el nuevo gobierno de Novoa se ha apresurado a desestimar cualquier cuestionamiento, especialmente a raíz de las dudas que han expresado los gobiernos de Colombia, México y Nicaragua sobre la validez del resultado electoral.
Por otra parte, el gobierno ecuatoriano ha señalado a las autoridades venezolanas de haber sustraído material electoral, algo que ha sido negado por Caracas, la cual ha catalogado esta acusación como una táctica para desviar la atención de los propios fracasos del gobierno ecuatoriano.
En medio de todo esto, la violencia criminal en el país ha alcanzado niveles alarmantes. Con amenazas de muerte dirigidas a periodistas y opositores políticos de Novoa, se ha añadido una nueva dimensión a la crisis, con informes sobre una lista negra de personas que enfrentarían dificultades para abandonar el país, todo esto en un clima donde la violencia ha sido profundamente acentuada.
Recientemente, la situación ha escalado cuando individuos armados con uniformes militares irrumpieron en un Palenque, resultando en la muerte de 11 personas y dejando a otras nueve heridas en la comunidad de La Valencia, en la provincia de Manabí. Asimismo, en la ciudad costera de Manta, varios agentes de tránsito fueron atacados en diferentes incursiones, generando una creciente inquietud entre la población. Las perturbadoras imágenes del ataque en el Palenque se difundieron rápidamente en las redes sociales, convirtiéndose en tendencia en Ecuador justo antes del fin de semana largo. Este asalto ha sido atribuido a «Los Lobos», un grupo criminal que ha extendido su influencia a prácticamente todas las provincias costeras del país.



