La apertura del penal en la provincia de Santa Elena se produjo un día después de una masacre que dejó 31 reclusos muertos en el penal de Machala.
11 de noviembre de 2025. Ubicada en una zona aislada de la provincia costera de Santa Elena, La nueva prisión de máxima seguridad de Ecuadoruna de las grandes infraestructuras prometidas por el presidente Daniel Noboa que busca replicar el «modelo Bukele», recibió a los primeros 300 prisionerosun grupo clasificado como muy peligroso, entre los que se encuentra el exvicepresidente correísta Jorge Glas.
El traslado de prisioneros se produjo apenas un día después de que 31 prisioneros fueran asesinados en un enfrentamiento entre miembros de dos bandas criminales rivales dentro de la prisión de Machala. El gobierno atribuyó la masacre a este movimiento carcelario, que fue rechazado por los presos.
La llegada de presos a esta prisión, que comenzó el lunes y continuó este martes, se produce en el inicio de una semana crucial en la que Noboa arriesga su capital político con un referéndum que convocó para establecer una asamblea constituyente para redactar una nueva constituciónentre otras reformas como el establecimiento de bases militares extranjeras.
Este centro penitenciario, con capacidad para 736 reclusos, fue una de las grandes promesas de Noboa cuando llegó al poder en 2023, junto a otro de similares características que aún no se ha materializado. La construcción comenzó en junio de 2024 con un presupuesto de 52 millones de dólares y la obra estuvo a cargo de la empresa Puentes y Calzadas Infraestructuras, filial del español Grupo Puentes, que controla la estatal China Road and Bridge Corporation.
Designado por Noboa para el penal de la reunión haciendo referencia al lema del gobierno del expresidente Guillermo Lasso (2021-2023), al que sustituyó el actual mandatario, este penal está ubicado en una zona inhóspita de la provincia costera de Santa Elena, una de las más afectadas por los crímenes y la violencia que afecta al país desde hace años.
Vaso Noboa «bienvenida»
Horas después de anunciarse el traslado de los primeros presos, el Presidente confirmó la presencia del exvicepresidente correísta en las nuevas instalaciones pese a las últimas medidas cautelares dictadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IAC), que solicitó al Estado ecuatoriano garantizar la salud física y mental del expolítico.
«Bienvenidos al nuevo hogar. Pronto llegarán otros delincuentes».dicho noboa en las redes sociales junto a algunas fotografías de Glas, quien hasta ahora se encuentra en la prisión de La Roca, vistiendo el habitual uniforme naranja de prisión. «Empiezan por el denunciante»agregó Noboa, cuestionado por organizaciones de derechos humanos que condenan los abusos de la fuerza pública en medio de las políticas de mano dura del gobierno y el estado de emergencia permanente.
Glas tiene actualmente tres condenas por delitos de corrupción, y desde abril de 2024 regresó a prisión luego de que Noboa ordenara un asalto a la embajada de México en Quito para recapturarlo y destituirlo por la fuerza, cuando el gobierno mexicano le había concedido asilo al exvicepresidente al considerarlo perseguido político.
Antes de su arresto dentro de la embajada de México, figura clave en el gobierno de Rafael Correa (2007-2017), aún no había cumplido su condena de ocho años por dos condenas por corrupción. En junio, Glas fue nuevamente condenado a 13 años de prisión por el delito de malversación de fondos públicos durante el proceso de reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto de 2016.
Tras conocer el traslado de Glass a esta prisión, el abogado del ex vicepresidente, sonia vera, Condenó que Glas es víctima de un “acto despreciable (contra las medidas dictadas por la Corte Interamericana) y humillación institucional”. El abogado señaló que «el anuncio público de un traslado carcelario sin notificación a su defensa, sin informe médico y sin la intervención del panel técnico ordenado por el sistema Interamericano constituye una violación grave y dolosa a la Convención Americana».
Más de 600 muertes por violencia carcelaria
Esta prisión fue impulsada por Noboa como respuesta a la crisis de violencia criminal que ha azotado a las prisiones ecuatorianas en los últimos años, donde Más de 600 presos han sido asesinados desde 2021la mayoría de ellas en una serie de masacres por enfrentamientos entre bandas rivales como Los Choneros, Los Lobos y Los Lagartos, entre otras.
Según el ministro del Interior, John Reimberg, la nueva prisión cuenta con «todas las medidas técnicas» para que «no entren más artefactos que los que deben estar contenidos dentro de este centro penitenciario», además de contar con «todo lo necesario para la atención médica», evitando así que los presos tengan que salir al hospital.
Se espera que el gobierno contrate policías y militares retirados para que se encarguen de su seguridad, en lugar de agentes del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), la oficina ejecutiva responsable de administrar y custodiar las prisiones.
La gran mayoría de las cárceles de Ecuador están militarizadas desde enero de 2024, cuando el presidente Daniel Noboa declaró el «conflicto armado interno» para combatir la violencia en el país, que vive la peor crisis de su historia reciente hasta el punto de liderar a América Latina en tasa de homicidios.



