Aunque está muy callado y habla de una manera lenta, es inevitable que cada vez que Juan Camilo Narváez se asemeja al momento exacto en que aparecen los resultados de la prueba ICFES, quiere explotar con alegría y gritar con emociones. Él sabe que esta es la cantidad inicial del sueño sobre la que vive con intensidad: ser médico.
Este logro permitió al joven que Sibundoi (Putumayo) comenzara a cumplir su sueño en ICEA, una de las instituciones universitarias más prestigiosas de Cali y en el suroeste de Colombia. Y de esta manera, sea una inspiración en su comunidad y trabaje en ella.
Juan Camilo Narváez quiere contribuir a mejorar la salud de su sibundoi natal. Foto:Específico
Recuerdo lo que excita: preparación
Estas imágenes, que nunca olvidará en su vida, se vuelven a alcanzar: cuando vio con los ojos, sacó el resultado perfecto (500/500) e infectó a su madre, Nancy Del Rosario Arcos Calvache y su perro Max, la raza Beagle Dog, que también fue testigo de los días prolongados de estudio y la institución de champagnate transnoca, recreada o reproducida.
«Era prácticamente tres veces la preparación. El 9 de enero recibí el apoyo del curso Preicfes, que tenía clases entre las 4 de la tarde y las 10 a.m.
Aunque dice que se ha preparado en casi todos los temas, se centró más en leer la comprensión y aprender a operar en varios enfoques lógicos y matemáticos.
Cantidades iniciales del sueño
Juan Camilo vive en la comuna de Sibundoy, en el corazón del valle del mismo nombre, en el departamento de Putumayo. Suelo ancestral nativo, en el que puedes ver una impresionante escala naranja, con más perfección que cualquier filtro de Instagram o cualquier red social.
ICI tiene laboratorios y áreas sobresalientes del desarrollo de la medicina. Foto:Hielo
Es un lugar que se parece al aceite en la naturaleza del lienzo, donde los sonidos de las aves y varias especies se escuchan como la banda sonora de la gente, que también respira a los antepasados culturales nativos.
Aunque la vida parece estar tranquila, sus habitantes encuentran sus propias dificultades en este tipo de población. Solo un problema de salud puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza.
El año 17 años dice que si una persona está gravemente enfermo, debe ser llevado a la comuna de Colón, que es el único de los cuatro valles de Sibundoi (Santiago, Colón, Sibundoi y San Francisco), que tiene un centro hospitalario en un nivel superior.
Se da cuenta de que el tema de la salud en su comuna no es el mejor, así que debido a que prometió a su abuela antes de su muerte y por la condena por ayudar en la mejora de este panorama, decidió que quería aprender medicina, El sueño es demasiado pretencioso en la sección en la que dice Narváez, la educación pública es limitada y limitada a los institutos técnicos y Sena.
«En general, este es un problema porque el Departamento de Putumayo todavía no tiene una universidad pública, como tal, pocos jóvenes que tienen la oportunidad de estudiar, tienen que ir a otras áreas de Colombia para entrenar. Algunas personas permanecen en Sekin, lo cual también es bueno, pero profesionales, hay muy pocas áreas de medicina.
Es por eso que aprecia la beca completa otorgada por Tecnoquímicas (TQ) para estudiar en la carrera de medicina, cuyo semestre cuesta USD 25,410,000.
En ICE, el semestre de medicina tiene un valor superior a 25 millones de pesos. Foto:Hielo
Su aventura en la capital de Valle del Cauca comenzará a fines de julio, por lo que desarrolla la gestión de recursos para establecerse en absoluto y cumplir su sueño.
«Hasta ahora, lo intenté con las entidades de la región, como el Ministerio de Educación, la Oficina del Alcalde, el Gobierno … pero nada. Todavía estamos buscando», dijo Narváez.
Vale la pena mencionar que Juan Camilo llegará a un profesor que fue reconocido por el Times Higher Education como el mejor en Colombia, enfatizando su calidad formativa y relaciones cercanas con la Fundación Valle del Lili.
En este espacio, un joven Sibundoy puede crecer, explorar y contribuir a un país de áreas clave como la salud pública, las ciencias biomédicas, la economía de la salud y la medicina social, incluidos los campos de la investigación.
«La misión del hielo es clara: cultivar mentes brillantes, que, como Juan Camilo, están preparadas para introducir la innovación y una contribución significativa al pozo de la sociedad colombiana», dijo Esteban Piedrahita, rector de la Universidad.
José Antonio Minota Hurtado
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