la Habana. 15 de julio de 2025. El Ministro de Trabajo y el Seguro Social en Cuba renunció el martes después de liberar un mar de críticas por declaraciones en las que aseguró que no hay mendigos, sino personas disfrazadas como tales y creen que quienes limpian los parabrisas con automóviles tienen una vida «simple».
El funcionario, Marta Elena Feitó Cabrera, se presentó el lunes antes de los diputados de la Asamblea Nacional de Poder Popular (Parlamento), donde su expresión causó el despido y los comentarios del presidente Miguel Díaz-Canel.
El martes por la noche, la presidencia informó desde Feitó: «Reconoció sus errores y presentó su partida a la oficina», publicó en X.
La ola de críticas comenzó cuando los funcionarios intervinieron con los legisladores para presentar la política pública para proteger la vulnerabilidad.
«Hemos visto personas, aparentemente mendigos. Cuando te miras las manos, miras la ropa que usan estas personas, están disfrazadas de mendigos, no son mendigos. En Cuba no hay mendigos», dijo Feitó.
El funcionario agregó que «hay personas que están en la calle limpiadora de parabrisas … (quién) ha buscado una manera fácil de vivir, en los semáforos, preguntar, limpiar y posiblemente más tarde con ese dinero lo que tomarán (beber alcohol)».
Finalmente, salió a aquellos que registran la basura: «Recuperan las materias primas y lo que son, son ilegales por autoempleo» que evita el Tesoro.
Antes de que Avalanche of Preguntas publicara, el presidente Díaz-Canel el martes por la mañana en su X-Account, ex Twitter, que es «una falta muy dudosa de sensibilidad en la estrategia de vulnerabilidad … La revolución no puede dejar a nadie atrás, esa es nuestra moneda, nuestra responsabilidad militante».
Más tarde, el martes, cuando éramos parte de una comisión de diputados, el presidente reconoció la profundidad del problema: «Estas personas, que a veces describimos como mendigos o vinculadas a la mendicidad, son en realidad expresiones concretas de desigualdades sociales y los problemas acumulados que enfrentamos», dijo Díaz-Canel antes de las leyes.
«Sabemos que nuestros problemas han empeorado», dijo el presidente, y agregó que los problemas como estos siempre han existido, a pesar de que hoy adquieren una dimensión diferente, dada la profundidad de la crisis «, recolectó Cubadbate.
La isla del Caribe cruza una situación económica difícil que causó un notable aumento en la vulnerabilidad social y las imágenes inusuales, durante décadas, en la isla de las personas, especialmente las mayores, y pidieron limosnas o enredos en los escombros.
Hasta hace unos años, la mendicidad o las personas vivían en las calles debido a una extensa red de seguridad social que incluía subsidios para alimentos y servicios, vivienda gratuita y salud y educación gratuita. Aunque se mantienen todos estos beneficios, su cobertura se ha reducido.
En la actualidad, la pensión en un pensionista es de aproximadamente dos mil pesos cubanos, unos cinco dólares en el mercado informal, correspondiente a un poco menos que un cartón de huevo. Muchas familias dependen de las transferencias enviadas desde el extranjero para sobrevivir.
Los comentarios de Feiton, que se transmitieron en la televisión cubana, fueron recibidos muy mal.
«El ministro tiene su opinión y la respeto, pero la realidad es una, hay personas que pasan por estas cosas (deficiencias)», dijo a AP Enrique Guillén, un trabajador independiente de 56 años. «Los mayores son los que sufren … es triste».
«¿Y qué espera el presidente y el primer ministro solicitar la partida del Ministro de Trabajo y del Seguro Social?» Escribió el ex analista diplomático e influyente Carlos Alzugaray en su cuenta de Facebook.
Damatics and Theatre Manusman Irán Capote reflejó en la misma red social: «Lo que asusta todo esto es que puedo invertir en todo lo que tengo … El increíble porcentaje de aquellos que deambulan fueron personas muy valiosas que creyeron en» el proceso revolucionario «.
El economista Julio Carranza indicó que el ministro «ignora por completo la situación» y dijo que sus declaraciones son «muy irrespetuosas para una población que ocurre situaciones estoicamente muy difíciles».