Este jueves, el general de la República, Carlos Hernán Rodríguez Becerra, reiteró la alerta sobre los posibles peligros que están asociados con la Terminación estimada del contrato en el proyecto en el canal Dike. Esta situación podría resultar en el pago de un monto que actualmente se estima en 434,000 millones de pesos.
El funcionario hizo hincapié en esta problemática tras una visita de monitoreo que se realizó como parte de una advertencia emitida por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANIA) y el Ministerio del Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible en noviembre de 2024.
Esta advertencia se originó en el contexto de un aviso previo que identificaba riesgos fiscales asociados al desarrollo de un proyecto de concesión titulado «Restauración de ecosistemas de canal de diques degradados», que podría enfrentar problemas si no se toman las medidas adecuadas.
De acuerdo con el controlador, si se llegara a finalizar anticipadamente este contrato de concesión, bajo el argumento de que «no se puede asignar un concesionario», se prevé un pago significativo, que podría alcanzar los 434,000 millones de pesos en contrapartida.
El controlador advirtió sobre el riesgo en 2024. Foto:Prensa de contralor
Es importante señalar que, a cambio, la nación no obtendría ningún beneficio de los ecosistemas degradados del canal de dique ni de otras actividades o proyectos que estaban planificados.
Rodríguez Becerra también comentó sobre el gran riesgo social y fiscal que se plantea, ya que podría haber amenazas de inundaciones que afectarían a casi 200,000 hectáreas en 19 comunas situadas en la zona de influencia del canal de dique. Esto podría impactar a más de un millón y medio de personas que residen en estas áreas, sobre todo durante los períodos de lluvias intensas.
Adicionalmente, otros riesgos identificados
Asimismo, el Contralor resaltó que la degradación ambiental de los ecosistemas de canales de tumbas responde, en gran parte, a la entrada descontrolada de sedimentos que afectan al canal, humedales, tuberías, y zonas como Cartagena y Barbacoas.
Además, mencionó que se quedarían sin el soporte correspondiente o el rendimiento contractual cerca de $213,000, que están destinados a la inversión en gestión social, institucional y ambiental a favor de los 19 municipios afectados por este macroproyecto.
Los fondos también están comprometidos en inversiones que ya han comenzado, con casi $11,000 en desarrollo, protocolización y cumplimiento de 17 consultas previas que han sido realizadas a las comunidades, por parte del Concesionario y ANIA.
La comunidad expresó sus inquietudes sobre el macroproyecto. Foto:Prensa de contralor
El general advirtió que, aunque estos riesgos han sido comunicados y señalados con anterioridad, aún existe una posibilidad de manejarlos adecuadamente, siempre y cuando se respete totalmente la legislación vigente y el acuerdo actual. Esto es fundamental para que no se conviertan en una disculpa para determinar la anulación del contrato de concesión, que es vital para la estrategia de desarrollo nacional, según expresó el general.
Explorando cuatro opciones posibles
En este contexto, el Contralor general sugiere que se consideren cuatro alternativas que podrían llevar la situación a un acuerdo de concesión y avanzar inmediatamente hacia la fase de construcción:
Primero, se debe proceder a la suscripción de la modificación contractual, lo que permitiría formalizar el desarrollo y la aceptación de un impacto ambiental solicitado por ANLA mediante la resolución 0322 del 29 de febrero de 2024.
También es crucial llevar a cabo estudios legales y llegar a un acuerdo entre las partes en relación con la suscripción final a la modificación contractual, que formaliza, entre otros aspectos, el reconocimiento del mencionado estudio de impacto ambiental solicitado por ANLA.
De la misma manera, es recomendable revisar las licencias ambientales para evaluar la posibilidad de excluir las unidades funcionales 13 y 14 de las obligaciones de la licencia ambiental, lo que facilitaría la gestión mediante pagos, permisos automáticos y otros mecanismos preventivos.
Finalmente, el Contralor aconseja optimizar el proceso de aprobación de pruebas: simplificar y acelerar el proceso para la presentación y aprobación de estudios de impacto ambiental requeridos por ANLA tras la formalización del contrato de concesión.
El último aspecto a considerar es garantizar el cumplimiento de otras condiciones contractuales: el concesionario debe cumplir con los requisitos necesarios para la transición a la etapa de construcción, incluyendo la investigación de la fase 3, el plan de gestión de riesgos sociales y los aspectos relacionados con bienes raíces.
El Contralor enfatizó la importancia de asegurar la disponibilidad de fondos inmediatos para evitar la terminación prematura del contrato, lo que podría generar efectos fiscales, sociales y ambientales devastadores. «La gestión coordinada es esencial para avanzar en la restauración de los ecosistemas del canal de la tumbas y garantizar la protección de las comunidades afectadas. Este es el momento de actuar con responsabilidad y compromiso para preservar la viabilidad del proyecto y en beneficio de la región», concluyó.



