Anif quiere eliminar la retención al pagar con tarjetas – Reporte diario

A raíz de la polémica propuesta del Ministerio de Hacienda de unificar la tasa de retención existente para tarjetas de pago electrónico de bajo valor como Nequi, Daviplata y Bre-B, entre otras, el Centro de Estudios Económicos Anif propone eliminar esta tasa..

Según el Centro de Estudios Económicos Anif, uno de los principales desafíos estructurales que enfrenta la economía colombiana sigue siendo el alto nivel de informalidad laboral. Según expertos, cerca de seis de cada diez trabajadores del país se desempeñan en actividades informales, lo que demuestra la rigidez y segmentación del mercado laboral.

En este sentido, advierte que esta situación tiene múltiples consecuencias negativas. Por un lado, limita el acceso de los trabajadores al sistema de seguridad social; y por otro lado, dificulta la conexión con el sistema financiero formal por la falta de historial crediticio. Esto, a su vez, incentiva una mayor dependencia del uso de efectivo, financiamiento informal y reduce el uso de métodos de pago digitales, factores que inciden en el desarrollo económico y la inclusión financiera del país.

Si bien se han logrado importantes avances en la promoción de la inclusión financiera y la digitalización de los pagos para satisfacer las necesidades del mercado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se prepara para emitir una norma que, según expertos, podría representar un retroceso en el plan de innovación financiera del país.

La retencióncualquieranorte

Anif explica que la medida busca unificar el tipo de retención del 1,5% que se aplica a los pagos por venta de bienes o prestación de servicios, que ya existe con las tarjetas de crédito y débito, junto con los pagos electrónicos de pequeño valor; que incluye fondos exentos como códigos QR, tarjetas digitales y transferencias entre depósitos de bajo monto, incluidas billeteras digitales como Nequi o Daviplata para los sujetos pasivos del Impuesto al Valor Agregado (IVA). “Sin embargo, estos mecanismos representan la principal puerta de entrada al sistema financiero para segmentos de la población con barreras, ya que permiten transferencias, pagos y remesas de forma segura, eficiente y en muchos casos gratuita.

Destaca que la medida representa un «revés» para la reciente implementación del Bre-B, el sistema de pagos instantáneos de bajo valor del Banco de la República diseñado para promover la interoperabilidad y la digitalización de la economía. Para Anif, en lugar de equilibrar las condiciones entre pagos electrónicos y uso de tarjetas, la regulación podría impedir la adopción de plataformas digitales y mantener la ventaja del efectivo. Además, estos ajustes regulatorios ponen en riesgo la confianza de los clientes y contradicen los esfuerzos por formalizar e innovar el sistema financiero.

Propuesta

En medio de este contexto, Anif lanzó una propuesta para eliminar la retención. Para los expertos, el debate sobre cómo nivelar las condiciones no debería centrarse en aumentar la tasa de retención, como propone el Gobierno, sino en eliminar las existentes. «Según nuestras estimaciones, derivadas de un estudio conjunto con Colombia Fintech, la exención de la retención del impuesto a la renta para pagos con tarjetas de crédito y débito para personas físicas tendría un impacto fiscal inicial limitado. Hay que tener en cuenta que, al ser un pago anticipado de impuestos, la retención tiene un impacto en el flujo de caja y, especialmente si se eliminara el cobro de un monto menor, para 2026, una reducción temporal de la recaudación nacional proyectada de $5.621,5 millones, explican las pequeñas empresas que no reportan ingresos. Sin embargo, a partir de 2028 el efecto neto pasaría a ser positivo, derivado de una mayor dinámica en las ventas y, en consecuencia, de una mayor formalización económica a medida que más unidades productivas se integran permanentemente al sistema tributario. Para 2034, calculamos que esta medida crearía un saldo fiscal acumulado favorable de $223.469,9 millones”.

Pero, para el think tank, «el gobierno prefiere sacrificar los avances en materia de inclusión financiera en un intento de responder a las necesidades fiscales inmediatas». Lo que es, sin duda, «una decisión imprudente. Ante este escenario, promover la digitalización de los pagos y ampliar la cobertura financiera sigue siendo un objetivo estratégico para aumentar la productividad y avanzar hacia una economía más formal, eficiente y trazable. Con la normativa en redacción, el Gobierno está poniendo los incentivos en el lugar equivocado».

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