Después de su salida de Millonarios a finales de 2024, Alberto Gamero se tomó un tiempo para reflexionar y compartir sus pensamientos con los medios de comunicación sobre su experiencia como parte del ‘Embajador’. Durante una interesante entrevista en Colombia, el entrenador de Samario destacó la importancia de la actitud y el compromiso de una pieza clave dentro del equipo, subrayando cómo su liderazgo ha hecho la diferencia.
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Alberto Gamero comenzó señalando su llegada a Millonarios, explicando que encontró un equipo casi completo, compuesto por varios jugadores veteranos, que había sido recientemente eliminado del torneo. En sus propias palabras, «Cuando llegué, encontré un equipo casi armado, con varios veteranos, solo eliminados del torneo. Además, tomamos la pandemia y tuvimos que entrenar por Zoom. Fuimos el equipo más débil, pero terminamos con 30 puntos. No nos alcanzó.» Este comentario refleja los desafíos que el equipo tuvo que enfrentar, no solo emulando a otros equipos, sino también adaptándose a circunstancias inusuales que la pandemia trajo consigo.
A pesar de los obstáculos, Gamero destacó que existía una semilla de talento en el grupo, especialmente en la categoría U-20, que comenzó a brillar en 2021. «Fue un año extraño para todos, y justo allí comenzamos un proceso de reestructuración. Hubo muchos cambios. Conocimos a varios jugadores, incluido el grupo U-20, que en 2021 comenzó a mostrar su talento. Reunimos un equipo más joven, con muchos ajustes, y ese año llegamos a la final contra Tolima. (…) Los millonarios deben estar preparados para ganar en cualquier cancha, independientemente de quién juegue,» comentó, haciendo hincapié en la necesidad de adaptabilidad y preparación continua del equipo.
A continuación, el entrenador se refirió a uno de los jugadores que ha tenido un impacto notable en el equipo: Andrés Llinás. Gamero enfatizó la fuerza mental del defensa, recordando que, cuando él llegó, Llinás no había debutado en el equipo y enfrentaba varias dificultades. «Eso es manejado por el jugador, Llinás es un jugador muy fuerte mentalmente. Cuando llegué, no había debutado y tenía 7 años, era un jugador que luchó y luchó. Cuando llegamos, no lo digo que Llinás fue el jugador que vemos hoy, tenía dificultades, pero él mismo preocupado. Él no lo hizo como el gimnasio y hoy lo vemos y lo vemos en el que trabajó, tuvo una oportunidad hoy, tuvo una oportunidad hoy, lo aprovechó.» Esta parte de la conversación muestra cómo el desarrollo personal y profesional de un jugador puede influir positivamente en su desempeño y en el equipo en general.
Por último, Gamero comentó sobre la humildad de Andrés Llinás, a pesar de su situación favorable. «Con lo rico que es, Llinás es muy humilde, llegó a un viejo auto Mitsubishi que lo compré para llevarlo a Santa Marta. No pueden decir que llegó a un Audi o en un Mercedes, ellos mismos son los que se adaptan. Llinás nunca suponía, ya iba a trabajar en la pareja de sus compañeros de clase.» Esta mención sobre Llinás no solo destaca su carácter, sino que también resalta la cultura que Gamero busca fomentar en el equipo: la dedicación y la humildad por encima del status y la fama.
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