Los gobernadores de la Tierra han hecho un llamado urgente al Ministerio de Salud, solicitando una «intervención de emergencia en la situación financiera crítica de los hospitales públicos en el país». En la región de Huili, la deuda acumulada supera los $900 mil millones. La situación ha sido descrita como un desajuste profundo y completamente inconsistente en la financiación.
@Cate_matchola
Kovrni Columbia se ha aliado en una carta conjunta dirigida al Ministerio de Salud, donde se advierte que el sistema de atención médica está enfrentando un panorama económico extremadamente delicado, casi «en cuidados intensivos». Este documento solicita enfáticamente una «intervención hospitalaria pública urgente». Según los líderes involucrados, esta crisis ha sido provocada principalmente por las deudas acumuladas por las Entidades Promotoras de Salud (EPS), lo que ha provocado tanto intervenciones como la falta de estabilidad en la provisión de servicios básicos, poniendo en riesgo la salud de la población.
La carta fue enviada a la Federación Nacional del Departamento en un momento crucial, ya que el Congreso de la República está a punto de definir la reforma de salud actual presentada por el gobierno nacional. Según los presupuestos de acceso, se advierte que la deuda acumulada de las EPS podría exceder los $17 mil millones para el año 2025, amenazando así la sostenibilidad del sistema de salud y poniendo en peligro la atención médica en las poblaciones más vulnerables. Además, se ha conocido que 9 de 29 EPS en el país están bajo intervención, lo que abarca al 54.7% de la población nacional.
La carta apunta que esta situación ha llevado a la incapacidad de muchas instituciones para cumplir con sus obligaciones básicas, como proporcionar un personal adecuado para la atención médica y el mantenimiento de infraestructura y equipos, además del pago de servicios públicos. Todos estos factores han comprometido indiscutiblemente la calidad de la atención al paciente.
En la oficina del Ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, los líderes del departamento han solicitado de manera insistente un plan de acción inmediata que aborde la crisis y garantice la liquidez de la red hospitalaria. También piden el diseño de un programa especial para el pago de la deuda de las EPS y llaman a una revisión exhaustiva del marco regulatorio del sistema, así como a la asignación de recursos adicionales que permitan manejar esta emergencia estructural con celeridad.
Recientemente, durante una audiencia pública sobre la reforma de la salud, el gerente de la Universidad Hernando Moncaleano, Juan Diego Fierro Oliveros, presentó un grimorio del estado del Hospital y las EPS. Para el líder, «una de las crisis más grandes» es el «caos» provocado por la falta de flujo de recursos, lo que «afecta seriamente el trabajo de los hospitales públicos en el país».
En el departamento universitario de Perdoma Moncaleano, que se encuentra entre los más importantes de la región sur de Kolbijska, la deuda acumulada a finales de abril era de más de $464 mil millones. De esta suma, casi la mitad, alrededor de $202 mil millones, corresponde a deudas de las EPS, algunas de las cuales, como Kafesalud y Saludcoop, han sido señaladas por redirigir recursos públicos y no cumplir con las condiciones de atención adecuadas, lo que ha agravado aún más la crisis.
En general, la deuda de todos los hospitales ha superado los $900 mil millones, lo que representa una notable disminución desde el 31 de diciembre del año pasado.
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Cambio de financiamiento
Fierro Oliveros también ha criticado el sistema de financiamiento actual, que se basa en los recursos captados por las EPS, también conocido como unidad de capitalización (UPC), que son los fondos destinados al sistema general de seguridad social en salud. Este mecanismo ha generado ineficiencia y vulnerabilidad financiera en los hospitales públicos. «Estamos trabajando con recursos limitados, lo que ha llevado a pagos atrasados y una profunda inseguridad financiera», afirmó.
El gerente propone una reforma que modifique el modelo de financiamiento para satisfacer los «requisitos reales del sistema» y recalcar el papel fundamental de los servicios en la autorización de atención. También se sugiere que la facturación directa, que se propone en la reforma del gobierno nacional, podría ser una salida viable a esta crisis, la cual no es solo coyuntural, sino estructural. «Este cambio garantizará la sostenibilidad de los hospitales, enfocándose en la lógica de servicio y no en un modelo de trabajo reactivo».
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