En el contexto de la celebración de la Semana Santa, que es una de las festividades más importantes de la Iglesia Católica, la oferta de productos del mar, como el pescado, se ha incrementado notablemente, lo que ha permitido que las ventas de frutas y verduras también regresen al Malecon de Neiv, situado a la orilla del río Magdalena.
@Cate_matchola
Las actividades comerciales que incluyen la venta de frutas, verduras y pescado, entre otros productos, se intensifican durante la Semana Santa, una época marcada por diversas tradiciones religiosas que a menudo fomentan el consumo de ciertos tipos de alimentos. Por ejemplo, la abstinencia de carne roja durante esta semana incrementa la demanda de pescado, lo cual favorece a la industria de la acuicultura.
El día previo a la festividad, numerosos visitantes se dirigieron hacia el Malecon en Ribera del Magdalena, donde el Sr. Luis Valencia, un comerciante local, se encontraba optimista sobre las perspectivas de su negocio. En su charla, este empresario de 70 años comentó que, en lugar de reptiles como el Güio, este año se enfocaría exclusivamente en la venta de pescado, específicamente el pirarucú proveniente de la región amazónica. «Es un pez de excelente calidad, se obtiene de zonas limpias y bien cuidadas. Lo traen hasta aquí», destacó.
El pirarucú, un pez de gran tamaño, puede medir entre 2 y 3 metros y pesar aproximadamente 150 kilogramos, de acuerdo con Aunap, la autoridad pesquera en Colombia. En condiciones de cautiverio, el pirarucú puede alcanzar un tamaño considerable y puede ganar hasta 10 kilogramos en su primer año de vida, lo que subraya su gran potencial en términos económicos para la industria acuícola.
Es relevante mencionar que, después del sector del café, la acuicultura y la pesca representan uno de los segmentos de la agricultura que más ha crecido en los últimos años, según ha destacado el Ministerio de Agricultura de Colombia. Dentro de esta actividad, la piscicultura tiene una importancia notable, especialmente en el departamento de Huila, que se ha convertido en un pionero en la producción de diversas especies de cultivos acuáticos, como la tilapia, presente en lugares como el embalse de Bethany y otras zonas aledañas.
Por su parte, el Sr. Luis, quien lleva 55 años involucrado en el negocio, vendió ayer una libra de pirarucú seco por $20,000, un precio que refleja la alta demanda. Explicó que existen diversas variedades de este pez, incluyendo las de color rojo y negro, las cuales pueden ser encontradas en los ríos Magdalena, además de embalses y lagos de la región.