En el marco del Congreso Anual de Naturgas, que se celebró en Barranquilla, el presidente de Ecopetrol, Ricard Roa, emitió una seria advertencia respecto al impacto que la situación actual del gas podría tener en los hogares de Colombia. Durante su intervención, Roa destacó que el país enfrentará la necesidad de importar gas para satisfacer el consumo doméstico, lo que traerá consigo un incremento significativo en los costos. «Enfrentamos un problema grave en materia de gas; la escasez de este recurso en el país nos obligará a acostumbrarnos a pagar más. Esta será una realidad que prevalecerá hasta el año 2030», afirmó el gerente, subrayando la seriedad del asunto.
Por su parte, el Centro de Estudios Económicos del ANIF llevó a cabo un análisis hace poco tiempo, donde señalaron la vulnerabilidad de numerosos hogares en Colombia, especialmente en Huila, ante la crisis del sector. Esta crisis se debe a la creciente incertidumbre relacionada con el suministro de gas. Sin embargo, cabe mencionar que esta no es la primera vez que se emite una alerta sobre esta problemática, lo que demuestra una falta de acción a lo largo de los años, tal como sostiene el ANIF.
El presidente de Ecopetrol también recordó que desde hace varios años se advierte sobre la reducción de las reservas probadas de petróleo y gas. A pesar de que la demanda se ha mantenido estable, esta situación se ve agravada por un factor crítico: la escasez de investigación y la perforación de nuevas fuentes de gas en el país. Según los expertos, la disminución en las reservas no es un fenómeno reciente, sino que es el resultado de decisiones erróneas en la política energética. «Es imprescindible invertir en investigación y ofrecer incentivos para la perforación de nuevos pozos, ya que esto es fundamental para garantizar el suministro de gas local», sostuvo Roa.
A medida que la situación se torna más crítica, Colombia se ve obligada a importar gas para satisfacer las necesidades de los hogares. De hecho, desde 2016 el país ha estado importando gas, y según el ANIF, esta sería la primera vez en 45 años que la importación de gas natural licuado se realiza específicamente para garantizar el suministro interno. Esto resalta un cambio significativo en la dinámica del mercado energético colombiano. Para adaptarse a esta nueva realidad, las empresas del sector han ajustado sus tarifas a raíz de los mayores costos asociados con los precios en los mercados internacionales y el incremento en los costos de transporte en el país. En resumen, estamos frente a un panorama complejo que pudiera repercutir de manera seria en la economía de los hogares colombianos, lo que requiere atención y acción inmediata.