Sábado 8 de noviembre de 2025, Sin contar aún con el consentimiento del pueblo ecuatoriano, que ha convocado a una consulta popular el 16 de noviembre para aprobar o rechazar la presencia de bases militares extranjeras, el presidente Daniel Noboa toma medidas para colocar instalaciones militares estadounidenses en Salinas y Manta.
El presidente ecuatoriano patrocina una campaña de proselitismo al respecto y mantuvo reuniones con Kristi Noem, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
La oficina que dirige Noem es responsable de la lucha contra el terrorismo y preside la detención masiva de inmigrantes. También se sabe que mantiene estrechas relaciones con los Ministerios de Seguridad y Asuntos Internos de los países de América en temas como ciberseguridad, aduanas, salvamento marítimo y seguridad del transporte.
Estados Unidos mantiene instalaciones en el extranjero, a través de su Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional, para identificar casos penales contra organizaciones criminales transnacionales.
Esta semana la funcionaria visitó Ecuador, donde su departamento tiene dos oficinas. Viajó a Manta y Salinas, de la mano del presidente Noboa, para inspeccionar los puertos, aeropuertos y bases militares ecuatorianas donde podrían alojarse los departamentos y barcos estadounidenses.
Al final de su visita, Noem escribió sobre ella.
La secretaria estadounidense señaló que conversó con el presidente ecuatoriano sobre cooperación en seguridad, aplicación de la ley y migración, pero no mencionó el posible despliegue de unidades de combate en esa ciudad.
En principio, Noboa había dicho que la base militar estaría ubicada en el puerto de Baltra, en las Islas Galápagos, pero ante la presión pública de organizaciones sociales, ambientalistas y algunas personalidades internacionales, cambió de opinión. Sin embargo, existe una disposición gubernamental que permite que submarinos y barcos equipados ingresen al archipiélago a partir de diciembre de 2024.
“Bueno para ambos países”
Para la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, la decisión de introducir bases militares estadounidenses «es simplemente un ejercicio de nuestra soberanía y es bueno para ambos países. Es bueno para nuestro pueblo. No es vender el país, es simplemente trabajar juntos en un problema enorme que afecta a Ecuador y Estados Unidos».



