El 30 de noviembre de 1964, Ernesto «Che» Guevara entregó un discurso En Santiago de Cuba, advierte que «no se puede confiar en el imperialismo, ni un taxico como ese, nada». Esta advertencia puede ser útil para evaluar la propuesta de Donald Trump que es un alto el fuego inmediato en Gaza y un posterior Plan de carreteraUn poco enigmático, cuyo objetivo es lograr la futura soberanía palestina. La iniciativa del magnate de Rubicundo, que se publicó hace una semana, se anunció de manera aterradora, como «uno de los grandes días de la historia en la civilización». Su historia arrogante y megaloliana hace que sea difícil creer que ahora esté garantizando un alto el fuego. Postula un alto el fuego Al mismo tiempo, modifica el nombre de su secretaría para convertirlo en el Ministerio de Guerra.
Frente a la intersección tomada por el Trumpismo, parece importante pensar en el punto de vista de la víctima. Incluso dejando a un lado, sin obvio, las dudas lógicas que generan todas las propuestas a partir de los empujes máximos en todas las guerras: cuando dos millones de personas han sido afectadas por bombardeos permanentes durante dos años, y casi setenta mil personas han sido asesinadas, la obligación política y ética de consultar a las víctimas por estos crímenes es. A medida que las bombas continúan derribando en todas partes, y los crímenes contra la humanidad se repiten sin que la comunidad internacional pueda intervenir de manera efectiva, los únicos que tienen derecho a demandar y la solicitud son aquellos que sufren la muerte de sus hijos, troncos por sus familiares y desesperación de sus madres. Cuando es posible que el sangrado pueda ser interrumpido, pospuesto o detenido, la voz para aquellos que sufren es escuchar.
El 30 de septiembre, un día después de que la Casa Blanca difundiera su plan de paz, la Autoridad Nacional Palestina (ANP), presidente de Mahmud Abás, se extendió uno documento Donde siguió la propuesta y se suma a la Liga Árabe, Türkiye e Indonesia. La declaración de la ANP enfatiza la necesidad de «poner fin a la guerra contra Gaza (…) para garantizar la distribución inmediata de la asistencia humanitaria, asegurando la liberación de rehenes y prisioneros, aumentando los mecanismos para proteger a la gente palestina, apoyando el respeto por la cesación de los incendios, que ya se ha justificado. Presidente pacifista Advertencia de que «se trata del infierno» si la propuesta no es aceptada. Y más incierto si está vinculado a las amenazas de guerra globales lanzadas la semana pasada en la reunión de Trump con los controles más altos del Pentágono, donde exigió que el uniformado «se prepare para la guerra» y se comprometiera con la consolidación de las fuerzas armadas «más fuertes, más duras, más rápidas, más duras y poderosas que nunca».
La Paz, en la boca de Trump, tiene significados curiosos. Hace una semana, en la Asamblea de la ONU, se presentó como el Factotum de Concord Global al adoptar a sí mismo como responsable de resolver siete conflictos de guerra. La calma de la credibilidad tranquilizadora del American Tycon solo es probable que sean aquellos que disocian sus propuestas diplomáticas con los innumerables conflictos y amenazas que colocó bajo su primer mandato y que continúan hoy: la multiplicación de los guerreros aduaneros; reconocimiento de organizaciones multilaterales; Bombardeo a la República Islámica de Irán; Amenaza de invasión a Panamá; Refuerzo del bloqueo a Cuba: asedio a Venezuela Chavista; Participación política en Brasil; Chantaje económico y protección del gobierno de Javier Mileis Narco; Incorporación Doctrina de seguridad nacional dentro de los Estados Unidos; Persecución para inmigrantes; Varias coerciones para garantizar la venta de armas (del complejo militar industrial) a la Unión Europea y la brutal expansión de la guerra híbrida contra la República Popular de China.
La credibilidad de su propuesta genera duda, incluso por el momento en que se presentó. El Buenas intenciones postulado por el presidente de los Estados Unidos acordó de manera sorprendente con el último paso del viaje a Flotilla Global Sumud. La gran propaganda de Occidente utilizó, gracias a la propuesta que publicó Trump, para eclipsar las noticias de la Ley Marítima Solidaridad, que terminó siendo capturada por las fuerzas militares israelíes el miércoles pasado. Además Plan de pazCarece de detalles de la cronología después del cese del fuego. A pesar de la incertidumbre generada por su futuro, y por las diversas interpretaciones del cumplimiento de las etapas erigidas, las gazatías, sujeto a una presión que alcanza los setecientos días, requieren la aceptación de la propuesta. Requieren la entrega del rehén de Hamas e invierten en lograr las medidas establecidas que garantizarían la interrupción en los bombardeos cotidianos y la llegada de asistencia humanitaria.
A esa base se agrega a la abrazadera de millones de manifestantes en todo el mundo, que exigen el final de la masacre, e incluso parte de la sociedad civil israelí, que asume la responsabilidad de los crímenes que ocurren en la población palestina. El periódico israelí Haaretz Publicado hace mucho tiempo uno Artículo Firmado por dos prominentes académicos israelíes, Daniel Blatman y Amos Goldberg. El ensayo recibió el título «No hay Auschwitz en Gaza, pero lo que sucede en Gaza es un genocidio». Blatman es jefe del Instituto de Estudios Judíos Contemporáneos de la Universidad Hebrea de Jerusalén y Goldberg, un investigador de ese instituto. El último párrafo del artículo dice que «cuando termine la guerra, los israelíes tendrán que mirarnos en el espejo, donde no solo veremos el reflejo de una sociedad que no protegió a sus ciudadanos del ataque asesino de Hamas, y aparte de su hijo e hijas secuestrados, sino que también contrató este acto en Gaza, esta orilla que hemos agregado. Un crimen de genocidio“El aprendizaje y la precisión en esta manifestación son evitados y/o niegados por aquellos que continúan justificando la masacre de civiles palestinos en Gaza. Entre ellos Javier Milei y La Daia.