El proyecto de ley presentó al gobierno nacional, sin la participación activa de las entidades territoriales, los municipios rechazaron.
Ayer, la Asociación Colombiana de Ciudades capitales (asocialmente) expresó una fuerte crítica del proyecto de ley orgánica de la jurisdicción, cuyo objetivo es reformar el Sistema de Participación General (SGP). Los municipios creen que la iniciativa es una «tarea» para la descentralización y la autonomía territorial en el país.
A través de la declaración, advirtió que «el compromiso real con la descentralización y la autonomía territorial requiere la verdad de la reforma que garantiza suficientes recursos para habilidades de habilidades que están realmente bien definidas». Según la asociación, lo contrario significaría «profundizar las desigualdades, debilitarse aún más de la gobernanza local y condenar el capital, donde la gran mayoría de los colombianos se acomodan sin suficiente apoyo financiero».
Las ciudades capitales reconocen la necesidad de una reforma, pero desechen el momento y la forma en que se establece. «Señalan innopponu de su procedimiento en la conjunción como el que vive en el país», dice el documento.
También cuestionaron la falta de participación de territorios en la elaboración de la propuesta. «Este borrador de la ley ha preparado al gobierno nacional, sin la participación activa de las entidades territoriales, y hasta el 5 de septiembre. Conocimos el texto de articulado, sin exposición a la razón y las horas extras 201S». Para la asociación, se otorgó el tiempo «Es limitado que podría tener una evaluación del análisis de temas tan importantes, porque nuestra ciudadanía merece».
Cuidado vacío
Otros puntos críticos que indican a Asorptal es la ausencia de claridad en la definición de poderes entre la nación y la entidad territorial. «No existe una reforma estatal integral en el estado entregado, ya que los poderes claros entre la nación y las entidades territoriales no se limitan, lo que crea brechas que producen inseguridades legales y administrativas».
La asociación se estableció, siete de las cuales es la falta de concretación de las competencias que rodean la comprensión en la forma en que deben responder a las obligaciones hoy en día, como un sistema penitenciario o a personas de alimentación privadas de libertad (PLP). «
Además, dijeron que, aunque el borrador de la abolición integral de la Ley 715 de 2001 y 1176. Desde 2001, «no estableció cómo reemplazará efectivamente, dejando tales problemas sensibles».
Recursos insuficientes
La financiación es otro aspecto en el que Capital advierte un fuerte impacto negativo. «No se describe cómo se distribuirán los recursos a la responsabilidad de cubierta o actual, ni adicional de que las Leyes Legislativas 003 de 2024 y el mismo texto de la ley expresan las leyes».
Extender la cobertura educativa, con tres años adicionales de edad preescolar y dos educación superior, se considera una obligación que no va acompañada de los recursos necesarios.
También señala que la reforma crea casos que limitan los márgenes de la acción de las entidades territoriales. «Los mecanismos de coordinación están creados y restringidos por la autonomía local y burocratizan una decisión más alta que corresponde al territorio, como el Consejo Superior de Autonomía y Descentralización, y no solo entidades nacionales y no representación territorial».
Desde su perspectiva, varias decisiones básicas permanecen con regulaciones futuras: «decisiones importantes que se articulan, a futuras regulaciones múltiples transmitidas, configurar un tipo de» controles vacíos «sin control o garantía».
Para la entidad, la propuesta no es consciente del papel que los delincuentes ya están cumplidos para reducir la desigualdad. «La capacidad de la capital en su influencia regional ignora, que hoy ya está llevando a cabo procesos eficientes para el cierre de brechas sociales, económicas e institucionales».
La declaración recuerda que el país tiene casi 100 municipios que actúan como áreas metropolitanas, 13 de las cuales son el threctment, un fenómeno que no puede pasarse por alto en la reforma de esta naturaleza.
También rechaza que «una reforma involucrada que ya ha estudiado y decidió el Congreso de la República, ignorando el consenso democrático previamente logrado».
A pesar de las críticas, los abisses han expresado su preparación para el diálogo. «Repetimos nuestra disposición a discutir abiertamente sobre los cambios que requiere el texto». Sin embargo, la advertencia es clara: «Si las instalaciones de la discusión técnica con el gobierno nacional son insuficientes, y aquí los elementos se transfieren al Congreso de la República sin resolverse, a la eliminación de las necesidades escritas, las ciudades y su población».
–