

Colombia se está preparando para dar un paso crucial en la regulación de la inteligencia artificial con un proyecto de ley para determinar un marco integral para oradores internacionales como el europeo.
La discusión llega en un momento en que la tecnología ya es parte de la vida cotidiana y comienza a cambiar sectores como la salud, la educación, la seguridad y la justicia.
En la conversación en el transcurso del tiempo, Mario Castraño, director técnico de Cintel, presentó el alcance de la iniciativa y los desafíos frente al país.
«Es apropiado que discutamos cómo realmente hacemos que la inteligencia artificial sea una tecnología que contribuya al crecimiento del país, lo que garantiza la innovación sin imponer un excedente de regulaciones que afectan su desarrollo», dijo Castaño.
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En su opinión El proyecto colombiano sigue la lógica de la ley europeaLo que los sistemas clasificaron según su nivel de riesgo. «El equilibrio entre la regulación y la innovación siempre ha sido la discusión en las nuevas tecnologías, y solo el medio es lo que tienes que encontrar ahora», agregó.
El gerente enfatizó que los efectos de la inteligencia artificial dependen más del contexto que de la tecnología utilizada. «No es lo mismo una IA que administra el funcionamiento de un tren de alta velocidad que modifica una foto», dijo.
En esta línea, insistió en la necesidad de instituciones fuertes que monitoreen y verifiquen el uso de estas herramientas. También enfatizó el progreso regulatorio en el país, como La tipificación del uso de defensores profundos para dificultar el daño como criminal: «Esto marca el camino en la dirección correcta».
Cuando se refirió a la capacidad nacional de aplicar los requisitos de la ley, admitió que Colombia tiene talentos y un ecosistema creciente de investigación y empresas, pero con restricciones a la infraestructura.
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«No tenemos centros de datos con miles de GPU para operar modelos grandes. Esto sigue siendo un desafío de inversión», advirtió. Y enfatizó que la base de todo sigue siendo la gestión de los datos: «La inteligencia artificial alimenta los datos, y sin una estrategia clara para protegerlo, estará incompleta».
En la posibilidad de crear sus propios modelos, Castaño declaró que un LLM colombiano ya está entrenado, aunque advierte sobre la dificultad para mantenerlo en contra de los gigantes globales. «Es posible hacer un modelo; mantenerlo en la vida y competitivo es una historia diferente. Esto requiere inversiones, talentos y política a largo plazo», dijo.
Uno de los temas más sensibles es el prejuicio. «El criterio es el elemento principal. La educación será la clave para que la sociedad pueda identificar usos problemáticos y no se limita a consumir lo primero que aparece en la pantalla», dijo.
Para Castaño, este será uno de los principales desafíos de los próximos años: capacitar a los ciudadanos con capacidades críticas contra lo que producen las máquinas.
En el sector privado, agregó que la introducción de estas tecnologías no progresa en el mismo ritmo. «Hay empresas que dicen: ‘Con suerte ver un poco para ver cómo se aclarará el panorama’ y otros que se arriesgan y se arrojan. Esta desigualdad hace que sea urgente tener habilidades locales que ofrecen seguridad y confianza en sí mismas», dijo.
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El proyecto de ley, concluyó, abre una conversación con un largo aliento. «Estamos en el momento correcto. El básico es que la regulación protege los derechos, define las responsabilidades y mejora los talentos locales sin contener el desarrollo de una tecnología que ya marca el curso del mundo digital», dijo.