

Es innegable lo importante y relevancia que los dispositivos móviles en nuestras vidas como extensiones de nosotros mismos tienen instrumentos esenciales para el trabajo, la comunicación y el entretenimiento.
Sin embargo, esta conexión constante tiene un lado no tan ventajoso: el incesante detectado.
Lo que comenzó como un sistema para informarnos de noticias importantes o eventos relevantes se ha convertido en una máquina de distracción Esto socava nuestra concentración y tiene un efecto grave en nuestra productividad diaria.
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El problema es que con el tiempo, las notificaciones se han desarrollado de un instrumento de comunicación a un poderoso arma de marketing.
Los desarrolladores de aplicaciones han descubierto que las notificaciones son una forma efectiva de atraer nuestra atención y no dudan en usarlas con fines publicitarios y comerciales. Recibimos advertencias de operadores, tiendas en línea, aplicaciones de transporte y redes sociales que, lejos de ser informativas, son noticias publicitarias simples que les gustaría traernos de vuelta a la aplicación.
Esto ha creado un entorno de «secuestro» de nuestros dispositivos. Mientras que el filtro de spam de correo electrónico e -Mage tiene y podemos bloquear fácilmente los remitentes indeseables, las notificaciones carecen de un mecanismo similar.
Bombarde y publicidad fuerzas de bombardeo para interactuar constantemente en el teléfono. Foto:Istock
Somos bombardeados por la publicidad que no podemos escapar fácilmente, Lo que nos obliga a interactuar constantemente con el teléfono, incluso si no lo queremos, un problema que ya está preocupado por toda una generación.
¿Cómo lucho con las notificaciones?
El verdadero conflicto surge cuando intentamos detener esta avalancha. Las notificaciones desactivadas no son una solución práctica.
Si estamos esperando un pedido, un mensaje de un cliente o una transferencia bancaria importante, no podemos permitirnos perder estas advertencias. Estamos en un dilema: publicidad o riesgo tolerado, ignoran información importante.
Algunos usuarios más avanzados han tratado de superar el problema manualmente, pero con poco éxito.
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Las aplicaciones generalmente no ofrecen un control detallado, a menudo mezclan arterias publicitarias con lo funcional. Forzando al usuario a elegir entre todos o nada.
La falta de un estándar en la industria ha endurecido esta situación. Aunque gigantes como Google y Apple han publicado pautas para desarrolladores, estos estándares no siempre se aplican.
Según un estudio de sentido común, los jóvenes reciben entre 12 y 18 y 250 notificaciones y notificaciones por díaEl 30 por ciento de ellos durante las lecciones escolares y el 10 por ciento por la noche, lo que plantea el problema con respecto a la atención de los horarios relevantes para los humanos.
Foto:Istock
Es común que las aplicaciones soliciten permiso para enviar notificaciones sin informar claramente al usuario que también contendrá mensajes de marketing.
Esta falta de transparencia contribuye al problema y hace que los usuarios tomen decisiones bien fundadas.
La solución a este problema no solo depende de la disciplina del usuario.
Las plataformas y desarrolladores son responsables de crear un ecosistema más saludable. Una solución ideal sería implementar filtros de spam a nivel del sistema operativo, que puede identificar automáticamente y bloquear las notificaciones irrelevantes a través de la inteligencia artificial.
Esto permitiría a los usuarios recibir solo las escalas que son realmente importantes, lo que descansa restaurando el control sobre su atención para enfrentar el problema.
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Cuatro consejos para reanudar el control
- Deshabilite lo que pueda. Verifique las notificaciones de cada aplicación y desactive las que no son esenciales.
- Grupos silenciosos de WhatsApp. Especialmente aquellos que no necesitan atención inmediata.
- «No te hagas por eso». Use esta opción durante las horas de trabajo para evitar interrupciones.
- Para concentrar aplicaciones. Pruebe aplicaciones como bosque o enfoque para bloquear las distracciones.
José Carlos García R.
Editor multimedia
@JoseCarlostecno