Las causas más importantes de la pobreza multidimensional en Huili están ligadas a la existencia de trabajo informal, bajos niveles educativos y el fenómeno de los retrasos escolares. En contraposición, el acceso efectivo a los servicios de salud es uno de los factores que más contribuye al bienestar de los hogares en este estado.
@Cate_matchola
Con el tiempo, la población de Huili ha estado haciendo progresos en su lucha contra la pobreza multidimensional. Según los datos más recientes, la tasa de personas que se encuentran en esta situación ha disminuido del 11,9% al 10,9% en el último año. Este cambio significativo se ha registrado justo cuando se publicaron las estadísticas sobre los índices de pobreza multidimensional.
Las personas que viven en condiciones de pobreza multidimensional no solo enfrentan la falta de recursos económicos, sino que también sufren de una baja calidad de vida. Esto incluye problemas como la falta de acceso a un seguro de salud adecuado, la ausencia de empleo formal, dificultades para acceder a servicios públicos esenciales y condiciones de vivienda que no cumplen con estándares básicos de habitabilidad.
En el departamento, la incidencia de la pobreza es inferior al promedio nacional de 11.5%, situándose en la duodécima posición en cuanto a la población que se encuentra en esta condición. En contraste, Vichada tiene la tasa más alta, que alcanza el 70.2%, mientras que el promedio de las zonas con menor índice en el país se sitúa en un 5.4%.
La pobreza afecta desproporcionadamente a los campesinos y a las mujeres que son jefas del hogar. Es alarmante notar que en el área urbana de Huil, el 7.6% de la población se ve afectada por esta situación, mientras que en las zonas rurales la cifra se eleva a más del doble, llegando al 15.8%. Sin embargo, la reducción observada en el último año se debe en gran parte a las mejoras que han logrado los habitantes de las áreas rurales.
Los mayores desafíos
A pesar de la disminución en los índices de pobreza multidimensional en Huil, todavía persisten grandes retos en varios sectores, incluyendo el empleo, la infancia y el acceso a educación de calidad, como se indicaron en informes recientes de Danea. Uno de los problemas más acuciantes en la región de Opita, al compararla con otros departamentos, es el trabajo infantil. Un 2.5% de los menores de edad, entre 12 y 17 años, están trabajando sin contar con una edad mínima para ello. En las áreas rurales, esta cifra se disparó al 5%, siendo Cauca, Guaviare y La Guajira los otros departamentos con altos índices de trabajo infantil.
Un desafío adicional está relacionado con el empleo. Aproximadamente el 82% de los trabajadores en el departamento se encuentran en la economía informal, y en las zonas rurales, este porcentaje es aún más alarmante, alcanzando el 95.8%. Esto se traduce en un problema que afecta a todo el país, aunque en Huil la situación ha mostrado una leve mejoría. Sin embargo, el desempleo a largo plazo ha empeorado, especialmente en áreas urbanas.
Por otro lado, el rezago educativo también es un gran obstáculo, afectando a más de la mitad de la población de Huil (51.7%), con una significativa falta de acceso a servicios educativos, que se estima en un 10%. Este es un aspecto en el que la región generalmente presenta deficiencias en comparación con otros departamentos.
A pesar de estos desafíos, es importante reconocer que Huila también muestra un porcentaje considerable de retraso escolar (24%), correspondiente a aquellos niños y niñas cuyos años de estudios aprobados son inferiores a lo estipulado por la norma nacional.
En un aspecto más positivo, Huila se destaca por un buen acceso a servicios de salud, siendo uno de los tres departamentos con la menor cantidad de población sin acceso a este servicio esencial. Además, se observan comparativas favorables en términos de seguridad social, servicios de alcantarillado público y condiciones de vivienda, especialmente en lo que respecta a paredes y pisos adecuados.
Finalmente, es importante recalcar que en el año 2010, la pobreza multidimensional se ubicó en un 18.1%, una cifra que ha ido fluctuando desde 2018 y que se vio impactada por la pandemia de COVID-19.
«Caer por cuarto año consecutivo»
David Skibede, director de investigación en valores de valoración, realizó un análisis para la nación en datos de pobreza multidimensional.
«Observamos que un indicador de pobreza ha disminuido por cuarto año consecutivo, alcanzando ya el 11.5% en lo que se traduce en alrededor de 6 millones de colombianos. Esto implica que un número significativo de personas no está evaluando actualmente su nivel de pobreza o su estado de no pobreza.»
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